Se cree que la peste llegó a México en un barco de Estados Unidos. Para evitar su propagación se quemaba ropa y colchones en la vía pública, el baño y el cabello rapado eran obligatorios para las personas pobres, se aplicaron otras medidas similares a las actuales; incluso, se pagaba por matar ratas portadoras de pulgas, las transmisoras de esta enfermedad