La presidenta parte de la premisa que la educación es un derecho y que es el eje transformador del país. Por ello, su apuesta a la educación pública de calidad en todos sus niveles
México se ubica en el grupo que está por debajo del promedio de la OCDE, pero con una puntuación no muy lejana a la media.
En la historia de la educación mexicana, el inglés en las escuelas públicas ha sido una asignatura de poca importancia y de baja calidad (cuando dicha asignatura se imparte)