A pesar de la aprehensión de 107 de los 122 objetivos prioritarios planteados al inicio de la administración del presidente Peña Nieto, expertos aseguran que el plan para combatir al crimen organizado y los cárteles del narcotráfico no ha significado un cambio positivo en las cifras de violencia, puesto que sólo provocan el surgimiento de nuevos capos, más agresivos