Si en 1993 México tenía balanzas comerciales deficitarias con nueve países para sumar un déficit de 11 mil 894 millones de dólares, en 2017 el desequilibrio había crecido a 36 naciones, con un saldo desfavorable de 54 mil 701 millones. Y aunque podría pensarse que el país se volvió devoto de las importaciones, la realidad es que se menguó el espíritu exportador.