La misma noche que Cosmelín, de 16 años, desapareció, su cuerpo asesinado era llevado al Semefo, donde se le catalogó como no identificado. Siete años después, las autoridades reconocieron que aunque lo tenían, por un error dijeron que no era él y lo mandaron a una fosa común, donde lo perdieron. Es uno más de los cuerpos en el país que se desconoce dónde está enterrado