Qué importante es hablar, más en estos tiempos. De lo importante, de lo no tanto, de los buenos días, de los sueños

“Practiquen el arte de detenerse, es un ejercicio milagroso”. Y sí, me dije para mis adentros, mientras bajaba y me reponía de la subida para comenzar la cuarta cuesta

El sábado comimos en casa de unos amigos queridos. Yo suelo ser difícil para las invitaciones y casi siempre refunfuño.