Luego del estricto confinamiento, la familia Hernández regresa a clases golpeada por los efectos de la crisis sanitaria, pues sus hijos acuden a escuela privada y pública, y el padre sólo tiene empleo temporal

En esta ocasión, los padres no dedicaron su fin de semana a forrar libros, arreglar uniformes ni procurar el almuerzo de sus niños; el primer día del año escolar es desde el confinamiento