El cierre de la historia, sin embargo, se vuelve lógico ahora que a toro pasado podemos ir uniendo pieza tras pieza de ese rompecabezas prodigioso que fue la serie
Los medios, lector amigo, son perros, y hay que perrearle con fe sin dar ni pedir cuartel, pero también todos los que trabajamos en la información sabemos que no somos enemigos sino competidores