Datos históricos de Pemex señalan que las tomas clandestinas que había en 2006, al inicio del sexenio calderonista, eran 213, mientras que para 2012, al concluir la Presidencia, se habían elevado a 1,550

¿Será que sobran los apoyos de los que antes fueron socios en su afán de impedir que Andrés Manuel llegue?, ¿o será que aún falta que el agua llegue un poco más al cuello?