Voces dentro del partido al que pertenece el primer ministro belga, Charles Michel, manifestaron su disposición a discutir la prohibición del peculiar traje de baño y consideran que éste "no fomenta la vida en común"
El primer ministro se mostró a favor de la "laicidad" y apunto a que el "burkini" no es una "nueva gama de trajes de baño o una moda", sino más bien la "traducción de un proyecto político fundado principalmente sobre la esclavitud de la mujer"
Las tres mujeres son las primeras que reciben una sanción por usar el bañador islámico, el cual cubre casi todo el cuerpo