Según el libro “El asesinato de un cardenal. Ganancia de pescadores”, del exprocurador Jorge Carpizo, el presidente Carlos Salinas de Gortari sabía que Ramón y Benjamín Arellano Félix se encontraban en la Nunciatura Apostólica de la Ciudad de México, pero decidieron no proceder a su captura
Anterior
1 de 1Siguiente