Celebridades, empresarios y un chef con estrellas Michelin para la celebración de la apertura de la nueva boutique IWC en Italia. La firma relojera ha plantado su tercera tienda en Italia en el corazón de lujo de Milán.

La roca volcánica mexicana es la base para esculpir la Gran Ola de Kanagawa en oro. Los artesanos aplican la técnica de la pátina japonesa rokushō. El resultado, una obra de arte en la muñeca. Lo firma Blancpain.

Arnold & Son desvela regularmente relojes complicados con un toque único. Y Golden Wheel refleja hábilmente el ingenio de la marca y su compromiso con la alta relojería. Es la primera vez que la firma incluye en el mismo reloj las complicaciones de segundos muertos y horas saltantes.

Glamour campestre en Chantilly durante la celebración de la carrera de caballos de El Prix de Diane Longines. Junto al Royal Ascot británico, Chantilly tiene la mayor densidad de bombines, bonetes, birretes, pamelas y cofias haute couture.

Los grafitis de los muros callejeros se replican a escala minúscula en carátulas de relojes. El desafío de hacerlo sobre las diminutas piezas de un calibre ha sido de Cyril Kongo. Y el relojero Richard Mille quien ha puesto el lienzo horario.

La firma independiente Laurent Ferrier se reconoce innovadora y creativamente clásica. Su obsesión es la armonía entre movimiento y caja del reloj. Su apuesta este año es un tourbillon de doble balance y un reloj con dual time con mapamundi en la esfera.

Corum declina su colección Bubble sin límites de creatividad o diques filosóficos. La calavera típica del Día de Muertos y Lucifer se apoderan de las horas para desafiar el tiempo.