Las crisis, de cualquier tipo, son una suerte de termómetros: despiertan solidaridad y muestran las mejores y las peores caras de las personas

Cuando se tuercen las prioridades y la fidelidad se enfoca hacia centros hospitalarios, laboratorios clínicos, gabinetes radiológicos o colegas, aunque sean poco sagaces, la ética médica, espacio fundamental, queda en entredicho.

Hacia el final de la novela, el malogrado autor —murió en un accidente automovilístico— explica que el doctor Bernard Rieux, héroe de la narración, no se unió a la celebración masiva tras el anuncio de la finalización del reino del terror impuesto por la peste:

Estudiar en el extranjero suma, no  resta. Conocer puntos de vista  de profesores extranjeros  favorece, no interfiere. Es penoso y alarmante  el silencio  de  los miembros del gabinete de AMLO