El cuestionario Proust se cimentó en los medios escritos de todo el mundo; sin embargo, su versión más célebre ha-bría de ser la entrevista que adaptó la revista Vanity Fair.
Con la llegada de Adolfo Ruiz Cortines a la Presidencia, el discurso oficial adquiría tonos de decencia que no serían compatibles con la fructífera y licenciosa vida nocturna
La oferta de negocios de este tipo era extraordinaria, desde los de primera línea, hasta sitios dirigidos hacia un público popular, con una reputación más sórdida