Estábamos acostumbrados a un mundo en movimiento. Vuelos cada vez más baratos, opciones para la migración y cada vez más formas de comunicarnos virtualmente para amortiguar las distancias y las soledades. Pero quizás estamos en un parteaguas en estos momentos en que esta movilidad, a que nos acostumbramos, irá en revés, y no solamente por unos meses.