¿Nos dejó algo bueno 2016, algo que no sea muerte o negrura? Tal vez algunos platos. Acompaña a Alonso Ruvalcaba en el recuento de los mejores platillos del año.

"El Cluny Bar es una cosa que siempre ha estado ahí, en San Ángel, como una columna en un edificio o como una marca de nacimiento"

La cocina es la disciplina de la nostalgia, y comer fuera es acaso la forma menos descortés de ejercer el vicio de la nostalgia en público

Es como el brindis de Arturo en El brindis del bohemio, que llena de sentimiento a una alegre tropa / desbordante de risa y de contento

Avienten un ladrillo al azar en el DF; si no le rompen la ventana a un restaurante oaxaqueño, seguro que le atinan a un puesto de cochinita pibil. Pero a ver: sean chilangos y padezcan como yo el amor de Monterrey (y su comida). Los reto.

El menú degustación puede buscar, puede querer decir, puede ser la puesta en realidad de una intención o de una mente. Siempre son reveladores: a veces la intención de esa mente es narrativa, a veces musical, a veces muestra una tensión, a veces deja entrever una lógica onírica e inasible.

Cocina Mago, por ejemplo: Cocina Mago es ostentosamente familiar. El adjetivo no es caprichoso. Familiar: perteneciente o relativo a una familia.

He aquí una forma de saber si un plato es importante: ese plato es cinético. Está en movimiento. Su historia es más que una lista de hechos y fechas. La shawarma/taco al pastor es un plato así.