Hay una sola narrativa, mientras en el otro lado de la acera no hay liderazgos con alternativas lúcidas y creíbles
En primer lugar hay un fenómeno colectivo de explicación freudiana: el “enamoramiento” de las masas con el líder
Abusos del poder
No se equivoque, presidente: los adversarios de la 4T están adentro. Sus adversarios no son los mensajeros
Corrupción “chiquita”
De no haberse divulgado los videos, León habría manejado 80 mil mdp de compras de medicamentos
¿Narcoestado?
El juicio del presidente es excesivo, atenta contra el principio de “presunción de inocencia”
“Operación silenciador”
Refinados tecnócratas, como Luis Videgaray, y rudos operadores como Luis Miranda, están en “modo silencio”
Pandemia y (mal) gobierno
Recordar, por ejemplo, que en las primeras semanas de la pandemia el presidente llamaba a la gente a desestimar la amenaza, la invitaba a salir a comer a los restaurantes y abrazarse; estos mensajes generaron un retraso en la estrategia de contención epidemiológica que pudo evitar muchos contagios y muertes, por no hablar del presidente poniendo el mal ejemplo: resistiéndose al confinamiento y al uso del cubrebocas.
Porfirio Muñoz Ledo
En todos los espacios en los que ha incursionado, lo mismo en la administración pública que en las tareas partidistas, en la docencia o en la diplomacia ha sido un pensador con un claro compromiso social, un ágil polemista y un visionario; destaca, como secretario del Trabajo y Previsión Social, su contribución a la recuperación de los salarios de los trabajadores.