El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, dijo estar "gravemente preocupado" por los combates cerca de la central nuclear de Zaporiyia, en el sur de Ucrania.
El portugués se pronunció durante una cumbre con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Leópolis (Lviv).
"Cualquier daño potencial a Zaporiyia sería un suicidio", advirtió Guterres.
Durante las últimas semanas los alrededores de la planta, que Rusia ocupó en marzo, han sido objeto de enfrentamientos. Kiev y Moscú se culpan mutuamente de los ataques.
La reunión fue la primera entre el jefe de la ONU y Zelensky desde que Rusia lanzó su invasión en febrero.
Erdogan coincidió en las preocupaciones del jefe de la ONU e incluso dijo temer "otro desastre como Chernóbil".
Zelensky criticó los ataques "deliberados" de Rusia contra la central y acusó a Moscú de convertir la instalación en una base militar.
Mientras tanto, en el este de Ucrania, las autoridades informaron que 17 personas murieron después de que los bombardeos rusos alcanzaran varios edificios residenciales de la ciudad.
Y en Moscú, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso afirmó que, aunque es posible un choque con Occidente, un conflicto nuclear directo con Estados Unidos y la OTAN no sería beneficioso para Rusia.
"La doctrina militar rusa solo permite una respuesta nuclear en respuesta a una agresión con armas de destrucción masiva, o cuando la propia existencia del Estado está amenazada", dijo el ministro Ivan Nechaev.
"Más allá del sentido común"
Los llamamientos se producen mientras el personal ucraniano, que trabaja en la planta bajo dirección rusa, advirtió de una posible catástrofe nuclear en la instalación, diciendo que en las últimas dos semanas se ha convertido en "el objetivo de continuos ataques militares".
"Lo que está sucediendo es horrible y está más allá del sentido común y la moral", escribió el personal en un post de Telegram.
Más tarde, el jueves, un canal oficial de Twitter utilizado por el gobierno ucraniano dijo que los miembros de Rosatom, la corporación nuclear estatal rusa, habían abandonado "urgentemente" las instalaciones, y se había anunciado un "día libre inesperado".
"Los funcioarios de inteligencia ucranianos creen que los rusos están preparando una provocación [en la instalación]", tuiteó el Centro de Seguridad de la Información de Ucrania.
"Tras el bombardeo... [las fuerzas rusas] podrían 'subir la apuesta' y organizar un verdadero ataque terrorista en la mayor instalación nuclear de Europa", dijo.
La BBC no ha podido verificar estas afirmaciones.
"El mundo está al borde del desastre nuclear", dijo Zelensky, y condenó lo que llamó "las acciones irresponsables y el chantaje nuclear de Rusia".
Más seguro que Chernóbil
A pesar de la preocupación, este emplazamiento nuclear es considerado mucho más seguro que la central de Chernóbil, donde se produjo el peor incidente nuclear de la historia.
El reactor se encuentra en un edificio de hormigón reforzado con acero que puede "resistir acontecimientos externos extremos, tanto naturales como provocados por el hombre, o un accidente aéreo o explosiones", le dijeron expertos a la BBC en marzo.
Antes de la cumbre se informó que Erdogan se ofrecería a organizar una cumbre entre Zelensky y el presidente ruso, Vladimir Putin.
El líder turco mantiene una estrecha relación con Putin y, en declaraciones a periodistas tras la reunión, Erdogan dijo que creía que la guerra "llegaría a su fin en la mesa de negociaciones".
Aunque Zelensky agradeció la visita de Erdogan y el "poderoso mensaje de apoyo" de Turquía, rechazó las sugerencias de que haya condiciones para conversaciones de paz.
Zelensky dijo que le sorprendió mucho oír de boca de Erdogan que Moscú estaba "dispuesto a negociar algún tipo de paz" y afirmó que "no hay confianza hacia la Federación Rusa" y que, en primer lugar, Rusia debe retirar sus tropas.