San Petersburgo.— Granit Xhaka tiene el deseo de que Suiza consiga el pase a los cuartos de final, por primera vez desde 1954.
Otra carga que tienen los helvéticos es el par de eliminaciones consecutivas, en Brasil 2014 y en la Eurocopa de Francia 2016.
“Es la tercera vez y está el mismo equipo. Hemos estado muy cerca pero no tuvimos suerte. Hemos mejorado en mucho y creo que lo podemos hacer esta vez”, señaló el mediocampista, previo al duelo de esta tarde frente a Suecia.
Hace cuatro años, un gol de Ángel Di María metió a Argentina a los cuartos en los últimos minutos de la prórroga, y también se quedó en esa misma instancia en 2016, esta vez en los lanzamientos de penalti ante Polonia.
En ese partido, disputado en Saint-Etienne un 25 de junio, Xhaka fue precisamente el futbolista que falló el lanzamiento final que condenó al conjunto helvético.
“Vi lo que pasó con Croacia y España, tenemos que pensar que es algo que puede pasar. Si se llega a esa instancia, estaré encantado de asumir la responsabilidad si el entrenador me da la oportunidad”, aseguró el jugador del Arsenal.
Suiza quedó segundo del grupo E con cinco unidades, por detrás de Brasil. La última vez que el combinado avanzó a los cuartos de final fue en la Copa del Mundo, en 1954, cuando fueron sede.
Preguntado por las declaraciones del sueco Mikael Lustig sobre la intención de buscar que Xhaka se exceda en su juego para que quede expulsado, el mediocentro señaló que no cae en provocaciones.
“Espero jugar hasta el final del partido”, apostilló.
“Mañana [hoy] tenemos una oportunidad, no será nuestro último partido, lucharemos hasta el final”, añadió.