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Sostener la mano a tu pareja puede ser considerado como un acto peligroso durante la Copa del Mundo 2018.
Ser gay en Rusia pone tu vida en riesgo, seas mujer u hombre.
Antes del sorteo para conocer a los grupos del Mundial, la Organización en Contra del Racismo en Europa (FARE, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado para “recomendar” a los aficionados de la comunidad LGBT sus acciones durante la fiesta del fubol.
A pesar de conocer los riesgos de las personas libres de su sexualidad, este par de organizaciones prefirieron advertir, en lugar de tomar acciones.
La homosexualidad no es ilegal en Rusia, pero sí mal vista. De acuerdo con información del diario Novaya Gazeta, 200 hombres acusados de ser gay fueron trasladados a Chechenia para torturarlos y matarlos, durante 2017.
Sobre las calles rusas han pasado manifestaciones para cambiar esta situación, pero la propaganda antigay mantiene viva la violencia.
“Estar tomados de la mano no debería ser peligroso, pero hay que ver en qué ciudad se encuentran”, emitió Piara Powar, director ejecutivo de FARE.
Hace tres días, la Federación de Aficionados del Futbol en Inglaterra también recomendaba a los seguidores gay que viajarán a Rusia “no hacer pública su sexualidad”.
El presidente Vladimir Putin tampoco ha aportado mucho para ayudar a la causa. En 2013, el mandatario ruso firmó una ley que multa y encarcela a ciudadanos que hagan “propaganda homosexual” frente a menores de edad.
Éste fue sólo un martillazo de autoridad por parte de Putin de muchos que ha dado.
Hace un par de meses, el ex agente de la KGB ganó las elecciones presidenciales por cuarta ocasión de manera consecutiva. El ejecutivo obtuvo 76% de los votos, algo nunca antes visto, ni en la primera vez que asumió en el cargo, en 2000.
La política de Putin no es complicada, ni mucho menos discreta. Tiene sus objetivos claros para llevar a Rusia al control mundial y mantenerla así cuando deje el cargo.
Su agenda consiste en crear una potencia, pero para eso se necesita un plan a largo plazo.