Cuando el cielo se desplomó hoy sobre el estadio Luzhniki de Moscú después de la victoria de Francia sobre Croacia en la final del Mundial , rápidamente apareció un paraguas para cubrir al presidente ruso, Vladimir Putin , durante la ceremonia de entrega de premios, pero no tuvieron la misma suerte otros dignatarios.
Los truenos se escucharon durante la segunda parte del partido, en el que Francia se impuso por 4-2, y la lluvia comenzó ni bien terminó.
Rápidamente Putin y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino , se acercaron al podio que se armó a velocidad de la luz en el centro del campo de juego. Estaba claro que todos se mojarían durante la entrega de premios y los jugadores se apresuraron a formar filas.
El traje de Putin comenzó a mojarse hasta que de pronto alguien hizo aparecer un paraguas y lo cubrió. Pero la presidenta croata, Kolinda Grabar-Kitarovic, que vestía una camiseta de Croacia , y el francés , Emmanuel Macron , que estaba parado al lado de Putin , quedaron bajo la intensa lluvia durante largos minutos hasta que trajeron paraguas para todos. Ya era tarde. Todos estaban empapados, menos Putin .