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Moscú.—Juan Antonio Pizzi nació en Argentina, se naturalizó español. Cuando dejó al León de México tomó a la selección de Chile, con la cual ganó la Copa América, pero no logró clasificar con ella a la Copa del Mundo.
Pero está aquí, dirigiendo a Arabia Saudita, a la que tomó ya clasificada. A los árabes los puso en Rusia el holandés Bert van Marwijk, pero como no pasaba mucho tiempo en el país, fue despedido; entró el argentino Edgardo Bauza, despedido tras perder tres juegos seguidos. Y así llegó Pizzi, de rebote. Muchos pensaban que no debería estar y llegó, además le tocó la inauguración contra el anfitrión.