Repino.— El centrocampista Eric Dier aseguró que una de las claves para que la selección de Inglaterra esté en las semifinales es que aprendió de los errores.
Inglaterra se despidió del Mundial de Brasil 2014 en la fase de grupos y en la Eurocopa de 2016 cayó en los octavos de final ante Islandia. En Rusia 2018, sin embargo, alcanzó las semifinales de un Mundial por primera vez desde 1990.
“Después de lo de Islandia nos dimos cuenta de que teníamos que cambiar las cosas”, dijo. “Fue un momento en el que nos quedamos tremendamente decepcionados”.
Sobre el choque ante Croacia, para hacerse del boleto a la final.
“Es genial formar parte de este grupo. Estamos muy centrados en el partido del miércoles, porque creemos que podemos continuar con este gran viaje”, resaltó el jugador del Tottenham.
Por su parte, el lateral Ashley Young aseguró que el equipo está mentalizado de que puede ganar el Mundial. Inglaterra está en las semifinales por derecho propio y no por azar, puntualizó además el jugador del Manchester United.
“Tenemos una gran oportunidad y estamos en la posición para ir a por ello y ganarlo”, señaló. “Estamos creando nuestra propia historia. Ningún jugador del vestuario va a decir que no está confiado.
“La plantilla y el staff creen y tienen el espíritu del equipo y la confianza de llegar tan lejos como queramos. Y queremos completar el viaje ganando el Mundial. Estamos orgullosos de haber llegado a esta situación”, añadió Young, quien celebró ayer su cumpleaños 33.
Mejoran lesionados. Los ingleses se entrenaron a puerta cerrada, en una sesión en la que estuvieron los futbolistas tocados: el delantero Jamie Vardy y el centrocampista Jordan Henderson.
Vardy, delantero del Leicester, sufre unas molestias musculares en la zona de la ingle. Mientras que Henderson, del Liverpool, notó molestar en los isquiotibiales en el partido contra Suecia, que provocaron su cambio por Eric Dier, quien sería su probable sustituto en caso de no recuperarse. Su inclusión en la práctica podría indicar que estará listo para el duelo en el que Inglaterra se juega el plantarse en una final de un Mundial, 52 años después de la última, la que ganó en 1966 a la República Federal Alemana, por 4-2 en partido decidido en la prórroga.