Más Información
Familias de desaparecidos en Mazatlán irrumpen en evento de Sheinbaum; mandataria promete atender peticiones
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
PAN exige renuncia de Rubén Rocha Moya; Claudia Sheinbaum sigue protegiéndolo en “complicidad vergonzante”
No cesaremos ni nos rendiremos en nuestro llamado a la paz y justicia: Iglesia; pide ser persistentes en exigencia
El comité organizador del Mundial Rusia 2018 anunció que se venderá cerveza en los estadios y en las zonas de ocio que se habilitarán para los aficionados en las 11 ciudades que serán sede de la justa veraniega.
“No sólo se venderá en los estadios, sino también en las zonas para los aficionados”, dijo Vitali Mutkó, viceprimer ministro ruso, a medios locales.
En los últimos meses, algunos dirigentes locales habían abogado por prohibir la venta de alcohol en los estadios, para evitar incidentes entre los aficionados de los diferentes países participantes.
De hecho, las autoridades de la región de Rostov, en donde México jugará uno de sus partidos de la fase de grupos, incluso prohibieron por ley la venta de alcohol en el estadio en el que juega el equipo de la división de honor rusa.
Rusia comenzó a restringir la venta de alcohol en los grandes eventos deportivos, luego de algunos disturbios provocados por algunos aficionados ebrios que no contuvieron su frustración tras la derrota de su equipo ante Japón en el Mundial de 2002. Estos personajes provocaron todo tipo de altercados en el centro de Moscú, en donde observaban el encuentro al aire libre. Luego, en 2005 se impuso una prohibición en todos los estadios, que todavía está en efecto siempre y cuando no se trate de eventos FIFA.
Esta medida también se adoptó durante la Copa Confederaciones 2017 como parte de un pacto con FIFA y Budweiser, principal patrocinador.
Una cerveza en los locales cercanos a los estadios mundialistas tendrá un costo de entre 4 y 5 dólares y todos los aficionados sin excepción, serán vigilados por la autoridad.
Porque aunque pesaron más los contratos de patrocinio entre la FIFA e importantes compañías productoras de cerveza, tampoco pueden permitir que se presenten revueltas originadas por el consumo desmedido de alcohol por parte de quienes viajen a tierras mundialistas.