Nizhny Nóvgorod.— El Mundial vivirá hoy unos octavos de final con aires nostálgicos, cuando Croacia se enfrente a Dinamarca, dos selecciones más ilusionadas que nunca con repetir los éxitos históricos de los años 90.

Considerada entre las mejores de la fase de grupos, la representación balcánica sueña con acercarse al tercer puesto logrado hace justo 20 años en Francia 1998. Para los nórdicos, la referencia es la Eurocopa conquistada en Suecia 1992. El camino de ambos comienza hoy en Nizhny Nóvgorod.

“Los jugadores del ‘98 son héroes para nosotros”, reconoció también Ivan Rakitic. “Pero eso ya pasó.Queremos escribir una nueva historia”.

Es la ilusión de toda Croacia, y no sólo por el aniversario redondo. Apoyado en una generación de talentos como Modric, Mario Mandzukic o el propio Rakitic, el equipo de Zlatko Dalic fue uno de los más sólidos de la fase de grupos.

También Dinamarca tiene que remontarse a un pasado ya mítico para encontrar un equipo tan prometedor como el actual, después de perderse los Mundiales de Brasil 2014 y Alemania 2006, y de caer en fase grupal en Sudáfrica 2010.

La historia se produjo en 1992 y, como la de Croacia, tuvo su origen indirecto en las guerras de los Balcanes. Yugoslavia fue excluida de la Eurocopa de ese año, debido al conflicto, y Dinamarca fue invitada de último momento como reemplazo. El plantel ya estaba de vacaciones, pero se sumó al torneo y sorpresivamente lo ganó, venciendo en la final a Alemania.

El equipo de leyendas, como Brian Laudrup (su hermano Michael no jugó esa Eurocopa) o Flemming Poulsen, sigue siendo la medida de todas las cosas para el plantel. “No quiero decir que sea como una sombra sobre nosotros, pero sigue siendo un tema”, admitió el veloz volante Thomas Delaney. 

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