Que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México presente fallas no es nuevo, el problema es la constancia y la gravedad con las que están ocurriendo ahora. Fue desde el sexenio de Vicente Fox cuando ya se hablaba de la necesidad de una nueva terminal aérea. Se pusieron manos a la obra, se buscó el lugar, sin embargo, esta no llegó a buen puerto pues una protesta de los habitantes de Texcoco le quitó rápidamente las alas al proyecto y en agosto de 2002 este quedó enterrado. Desde ahí comenzaron, formalmente, los parches al aeropuerto.