Han transcurrido cinco años desde que eso ocurrió. Comenzó así, literalmente planchando ropa. Hoy está aquí, en el sur de la Ciudad de México, en una casa de arquitectura minimalista, rodeado de vestidos, faldas, pantalones, blusas, prendas representativas de las últimas tendencias de moda.

Se mueve hábil entre zapatos suecos, tacones, botas y accesorios de diversos materiales, colores y estilos.

El fashion stylist mexicano de 25 años ha logrado proyectar su labor creativa no sólo en nuestro país, también fuera, en lugares como Estados Unidos, Brasil, Tokio, París, Austria, Alemania y Singapur.

En lo que él prepara el orden de los looks que usará la modelo eslovaca, Martina Vysna, el estilista de cabellera y el maquillista afinan los últimos retoques de sus respectivas labores; todos se preparan para comenzar un shooting o sesión que realizará la fotógrafa de moda Martha Álvarez.

Pero ¿qué hace específicamente un fashion stylist como Diego? Basándose en sus conocimientos sobre tendencias de la moda, colorimetría y producción de estilo selecciona la ropa, calzado y accesorios que usará alguna persona, sea modelo, artista o gente común, para diversos proyectos editoriales, comerciales, institucionales o personales.

Fashion stylist. El artista detrás de los medios
Fashion stylist. El artista detrás de los medios

Fashionistillo desde chiquillo

Diego Ibáñez ha trabajado con celebridades como Camila Sodi, Paulina Goto, Eleazar Gómez, Manelyk, Regina Blandón, Samo y los grupos Pandora y Kinky. Sin embargo, menciona que su más grande pasión son las editoriales de moda.

Al principio todo parecía estar en lo inalcanzable, pero lo logró, terminó trabajando para prestigiosas editoriales con diseñadores como Benito Santos, Alfredo Martínez, Jorge Ayala, Galo Bertin y Mancandy, entre otros.

Colaboró con los fotógrafos Iván Aguirre, Antonio & Daniel, Esteban Calderón y Miguel Valencia.

Pero su interés viene de más tiempo. Diego se interesó por el mundo fashionista desde su adolescencia, comenzó viendo revistas de moda y se enamoró de las fotografías que ahí aparecían.

Cuando tenía 19 años vio el documental The September Issue, donde se muestra el proceso de creación de la edición de septiembre de 2007 de la revista Vogue, el cual fue muy importante para él.

Fue ahí donde descubrió el trabajo de la fashion stylist Grace Coddington, quien es considerada una de las mentes creativas y destacadas del mundo de la moda por su labor en la versión británica y estadounidense de la revista citada, como modelo y directora creativa, y célebre por la producción de montajes impactantes, además de su reconocido trabajo para Calvin Klein.

Cuando conoció de cerca el oficio de Coddington, Diego quedó cautivado porque se dio cuenta de que los looks que siempre le llamaron la atención eran creación de ella, razón por lo que se convirtió en su inspiración y modelo a seguir.

A partir de ese momento decidió que quería entrar al mundo de la moda. A sus 20 años, cuando era estudiante de primer semestre de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, tuvo su primera oportunidad de incursionar en el mundo fashionista, ingresó como becario en la revista AD que pertenece al grupo editorial Condé Nast, el cual también maneja publicaciones como: Glamour y Vanity Fair, entre otras.

Con el paso del tiempo alimentó su experiencia y relaciones con protagonistas del medio, razón por la cual se le abrió otra puerta, esta vez, como asistente de fashion stylist, en donde la única encomienda era planchar ropa, acomodarla y cargarla.

Pero poco a poco fue aprendiendo los gajes del oficio y a sus 22 años se lanzó como director creativo y stylist de la revista mexicana Saracha. En esta editorial Diego adquirió experiencia en los fashion films, producciones audiovisuales que se asemejan a los cortometrajes en donde confluyen el séptimo arte, la moda y la publicidad.

Siguió por ese camino, y en 2016 se incorporó al Hispano Fashion Film Festival como director creativo del proyecto.

Como fashion stylist logró consolidarse en la industria y llegó a publicar en diversas revistas mexicanas e internacionales dentro de las que destacan Nylon (México), Schön! (Inglaterra), Atlas (Estados Unidos), Haunted (México), Zeum (Canadá) y 192 (México).


A la caza de musas y... buen brazo

El fashion stylist, quien ha trabajado con las top models mexicanas Mariana Zaragoza, Daniela de Jesús Cosio y Alejandra Guilmant, señala que él siempre ve a las modelos como musas de belleza exótica que impactan y que le inspiran a crear un trabajo artístico.

Si alguien quiere ser fashion stylist, es necesario que cuente con ciertas características esenciales que Diego enuncia como: “Buen gusto, fuerza física, buen brazo y responsabilidad”, pero sobre todo, pasión por la moda y conocimiento sobre el tema.

Lo del “buen brazo” es porque a diario tiene que cargar con cinco maletas de viaje grandes y llenas de ropa, dos bolsas con varios pares de zapatos de distintos estilos, tres portatrajes con las prendas más delicadas, como vestidos o sacos, y dos cajas con accesorios como aretes, collares, pulseras y anillos.

El joven mexicano relata que el proceso creativo de un fashion stylist comienza con la búsqueda de una inspiración visual para posteriormente crear una idea novedosa.

En su caso, Diego narra que para tener un amplio bagaje estético y visual, él analiza las revistas de moda nacionales e internacionales, fotografías en Instragram, películas y piezas de arte, puesto que su objetivo es “jugar con las prendas para crear algo completamente diferente”. Explica que él se guía por el avant-garde o vanguardismo, pero eso sí, siempre piensa en que el resultado debe ser una imagen estética y atractiva visualmente.

Una vez que tiene su referencia visual, habla a la agencia de modelos para buscar a la musa que más se apegue a la idea que quiere transmitir, a lo que busca crear.

Fashion stylist. El artista detrás de los medios
Fashion stylist. El artista detrás de los medios

“El show detrás del show”

Después de esto, se pone en contacto con el relacionista público de las marcas o directamente con los diseñadores para pedir en préstamo la ropa, calzado y accesorios que requerirá, después deberá ir a los show rooms o salas de exposiciones en donde se exhiben las prendas de las colecciones más recientes, esta tarea es una de las que más disfruta Diego, quien con mucho cuidado escoge cada prenda, calzado y accesorios que usará. Gracias a esta mancuerna, ambos se posicionan y se apoyan en la publicidad y difusión de sus trabajos.

Una vez que Diego los tiene en su poder , un día antes del shooting comienza a editar las prendas, lo que también se le conoce como coordinar la moda, arma ocho looks (promedio) con dos más de repuesto por si hay algún problema, como que algo no le quede a la modelo o que no le guste cómo se ve.

En cuanto la modelo termina en peinado y maquillaje se le entrega ropa, calzado y accesorios para que se los ponga, si alguna prenda requiere algún ajuste, el stylist se encarga de solucionarlo al instante.

Algo sumamente importante en este oficio es tener un buen equipo de trabajo y estar en sintonía con el maquillista, el estilista de cabello y el fotógrafo, los cuales en conjunto crean la imagen perfecta.

Respecto a los retos con los que se ha enfrentado en su labor, el fashion stylist menciona que el más grande que ha tenido, pero el que más le gusta, es cuando le “piden algo muy específico, por ejemplo, un icono de los años 60 que se vestía de cierta manera específica”, porque tiene que ir a buscar ropa muy parecida a lo que le piden, pero enfatiza que es uno de los retos más divertidos.

Diego menciona que “un fashion stylist apoya al diseño mexicano posicionándolo en las editoriales para que la gente vea las prendas y conozca los nombres de estos diseñadores”, por ejemplo, él menciona que redes sociales como Instagram le han ayudado a difundir su trabajo, además de que sus seguidores constantemente le preguntan nombres de los diseñadores con los que trabaja o ubicaciones de las tiendas en dónde pueden encontrar alguna prenda que vieron en sus fotografías.

Un fashion stylist puede tener relación con diseñadores emergentes y consolidados, en el caso de Diego explica que los primeros lo buscan para enseñarle sus colecciones y con los segundos crea una relación, porque ven sus prendas en las fotos que realiza, por lo que después lo invitan a los desfiles.

En cuanto al pago, comenta que varía, puesto que en caso de que sea una editorial puede ir de 2 mil a 10 mil y en el lado comercial te pueden pagar hasta 200 mil pesos.

Mientras prepara el atuendo de Lena Netrebyuk, la siguiente modelo que será fotografiada, Diego habla del panorama actual de la industria de la moda en México, el cual considera que va creciendo, agarrando fuerza y renombre internacional, puesto que en el país hay gente muy creativa y talentosa.

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