Cuando el doctor Luis Fernando Hernández llegó en bicicleta a la comunidad de Nohakal, en Campeche , encontró a más de 20 personas que hacían fila para que los atendiera. Todos estaban contagiados de conjuntivitis, de los ojos enrojecidos les escurría una sustancia amarillenta.
Ese episodio ocurrió a mediados del año pasado y fue uno de los más duros que ha vivido en su corta carrera como médico. Afortunadamente llegó a tiempo para evitar que la epidemia se extendiera en la localidad, pues todos los infectados se curaron.
“Durante la contingencia de conjuntivitis que hubo en Campeche los medicamentos se acabaron y en las farmacias los vendían muy caros. Hicimos una colecta y la gente donaba en especie o en efectivo. Todo lo que juntamos lo llevamos a las comunidades y atendí a los pacientes en canchas donde me ponían una mesa y sillas para trabajar”.
Los vecinos de Nohakal a los que Luis curó no pagaron ni un sólo peso por la atención ni por las medicinas, al igual que otras 5 mil personas a quienes ha ayudado durante los fines de semana en los últimos dos años, de acuerdo con sus propias estimaciones.
La manera en que Luis atiende a sus pacientes es poco convencional. En la semana recibe mensajes en redes sociales de personas que le piden revisar a algún familiar y llegado el sábado toma su bici para dirigirse a donde lo solicitan. Por ello los habitantes de Campeche ya lo conocen como el Doctor en Bici .
“Comencé a con esto hace dos años, recién me había titulado y no tenía dinero para la gasolina. Entonces me fui en bicicleta a revisar a alguien que me pidió ayuda y ya ahí aproveché para atender a otros vecinos”, dijo el médico de 27 años en entrevista para EL UNIVERSAL.
Además del trabajo en comunidades, Luis es doctor en la unidad de urgencias del Centro Médico Campeche , donde cubre el turno nocturno de lunes a viernes, así puede sustentar los gastos que implican su labor altruista.
La razón que lo llevó a comenzar el proyecto del Doctor en Bici fue que se sentía insatisfecho con su labor en consultorios durante los primeros años después de egresar de la carrera, pues dice que los pacientes ya no le tienen confianza a los médicos, sólo iban a recoger sus medicamentos y no querían ser revisados.
“Parte del proyecto trata de cambiar la forma en que la sociedad ve a los médicos, creen que son soberbios, malos o que no hacen las cosas. Pero no ven lo que hay detrás: l a falta de insumos, de personal, de espacios y eso ya no depende de ellos y veo a médicos frustrados por no poder ayudar , yo era uno de ellos”.
Con relación a lo anterior, datos de la Encuesta de Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología realizada por el INEGI, señalan que el 25.9% de los mexicanos sienten respeto por la profesión de los médicos , siendo superados por los bomberos (59.5%); inventores (48.4%) y enfermeras (41.4%).
El mismo reporte indica que la población calificó con un promedio de 8.4, en una escala de cero a 10, el trabajo que hacen los médicos mexicanos . Arriba de ellos, los mejores evaluados son nuevamente los bomberos con 9.3; los inventores con 9.0; las enfermeras con 8.9 y los investigadores con 8.7.
Asimismo el Observatorio Laboral del Servicio Nacional de Empleo, apunta que en México hay 291 mil 596 personas laborando en el campo de la medicina , de las cuales 56.8% son hombres y 43.2% mujeres. El sueldo mensual promedio de un doctor es de 16 mil 331 pesos.
El dato anterior revela que, respecto a la población total del país (119 millones 938 mil 473 personas, Inegi 2015), hay un médico por cada 411 habitantes en México . La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es 1 por cada 333 . La tasa de desempleo para esta profesión se mantiene por debajo del 3%.
Pero antes de que un aspirante a médico pueda ejercer debe pasar por un gran número de pruebas académicas y humanas. Por ejemplo, en el caso de Luis Hernández, tuvo que cursar cuatro años de carrera, luego un año de internado, con un sueldo de 600 pesos quincenales ; después otro más de servicio social, ganando m il pesos a la quincena.
Al completar estos requisitos esperó otro año para recibir su título, en ese tiempo tramitó en la SEP un permiso provisional para incorporarse lo antes posible al mercado laboral. Trabajó en una casa de retiro de adultos mayores y en un Centro de Readaptación Social , hasta que al fin su obtuvo su anhelada cédula profesional.
Luis asegura que ser el Doctor en Bici lo llena de una enorme satisfacción personal y que el sentimiento lo comparte con su novia Carolina, quien actualmente estudia medicina.
Juntos planean lo que harán el fin de semana, desde la comunidad que van a visitar y las cosas que deben llevar.
“Si vemos que en equis localidad hace falta medicinas o material ella se encarga de organizar colectas y las preparamos el viernes por la noche. Yo salgo primero de mi casa en bici y después ella me alcanza con en el carro cargado. Como hago un seguimiento de los pacientes, entonces ya sabemos qué es lo que se necesita en cada lugar”, explica Hernández.
Además de insumos médicos han recibido juguetes, ropa, alimentos y productos de higiene personal , que son donados por habitantes de la ciudad de Campeche, quienes poco a poco comienzan a conocer el proyecto de Luis.
El principal medio de difusión que utiliza es una página en Facebook donde recibe mensajes de usuarios que le piden visitar sus colonias. En la portada hay una imagen en la cual deja su teléfono personal para emergencias. Si alguien le escribe el tiempo de respuesta es casi inmediato, los únicos casos en que se puede demorar en contestar es cuando está ocupado en el hospital.
En promedio Luis calcula que da consulta a 20 o 30 personas por comunidad y visita dos entre sábado y domingo. Algunas de las más recurrentes son Cayal, Nohakal, Pueblo Nuevo, Tixmucuy, Bonfil y Melchor Ocampo:
“Si multiplicas eso por los 52 fines de semana que tiene un año, y yo ya tengo dos con Doctor en Bici, estamos hablando de aproximadamente unos 5 mil personas atendidas con este proyecto”.
Mariana Ramos es una de las pacientes más frecuentes del Doctor en Bici , supo de él por conocidos en común quienes se lo recomendaron. En una ocasión que tuvo problemas de salud ella le envió un mensaje para pedirle ayuda:
“Me pasaron el dato de Luis hace dos o tres años, yo iba saltando de doctor en doctor porque soy muy enfermiza y me dijeron que él atiende a domicilio, hice la prueba y vino ese mismo día a revisarme . Me gustó el trato y le dije que conmigo tendría un paciente muy recurrente”.
La ocasión en donde Mariana más necesitó la ayuda del doctor Hernández fue apenas hace unos meses que tuvo una crisis hipertensiva: “Era como la una de la mañana y tenía problemas de presión, le mandé un mensaje y me dijo que tenía que hace. Llegó a mi casa momentos después y eso es lo que me gusta de él , que puedes mandarle un whats o inbox y es muy seguro que te responda”.
Entre los premios que le han dado por su labor está un reconocimiento del gobierno del estado de Campeche, por su trabajo en el hogar de adultos mayores “Dolores Lanz de Echeverría”.
“Obviamente ellos no podían transportarse hacia una clínica, además de que no hay muchas en el estado, así que yo iba en bici y era hacer un gran esfuerzo, porque son personas que necesitan mucha ayuda. Además de la consulta los tienes que alimentar, cambiarlos y asearlos, es una labor pesada pero satisfactoria”.
Recientemente ganó el tercer lugar del Premio Kybernus al Valor Ciudadano, que se le otorgó en la Ciudad de México, señala que fueron sus pacientes quienes lo nominaron sin que él supiera y cuando recibió la llamada de lo organizadores se llevó una gran sorpresa:
“Me dijeron que el premio era para asociaciones civiles que tienen impacto social, pero como en el proyecto únicamente estamos mi novia y yo, entonces registré legalmente Doctor en Bici ”.
Con el dinero obtenido en el premio pagó la mayoría de los trámites y el sueldo del notario público y el contador que hicieron el registro. “ Ganamos 10 mil pesos y yo puse otros 5 mil para que todo estuviera en regla ”, añade Luis.
En días recientes esta casa editorial ha dado a conocer casos de hospitales que operan con falta de personal e insumos, como el Instituto Nacional de Cancerología o el Hospital Infantil de México Federico Góme z, por ejemplo.
La carencia de recursos en el sector salud es un problema de alcance nacional. Como medida de contención el pasado viernes 25 de mayo el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa dijo que se habían liberado más de 2 mil 400 millones de pesos para hospitales, mismos que ya estaban asignados, pero que el gobierno federal mantienía congelados.
Ante esta crisis la propuesta de Doctor en Bici de Luis Hernández gana fuerza y seguidores cada día. Su página en Facebook tiene un buen crecimiento y muchos médicos de su zona lo buscan para ofrecer su ayuda y acompañarlo en las jornadas de trabajo en campo.
La idea de Luis es que ahora que su proyecto es una asociación, se pueda brindar mayor apoyo a las comunidades y darle oportunidad a jóvenes estudiantes de liberar su servicio social participando en Doctor en Bici.
Luis Hernández considera que como profesionista, ayudar a los más necesitados es una manera de contribuir a mejorar la calidad de vida en su ciudad:
“Lamentablemente la sociedad está mal acostumbrada a que todo el tiempo sea un un gobernador, un regidor o un diputado quienes nos den las cosas, pero también podemos colaborar entre nosotros para salir adelante.
Yo no voy a esperar a que un político quiera ayudar porque la misma gente de Campeche es la que dona alimentos, medicinas, dinero, ropa, juguetes, es muestra de que podemos lograrlo. Hace muchos años en mi ciudad había doctores que iban en bicicletas a visitar los pueblos que estaban más alejados y por eso hago esto, quiero que esa tradición regrese ”. concluyó.