Por: Cynthia Villalón
En Iztapalapa, el Agrupamiento a Caballo de la policía montada prepara diariamente a cinco caballos para que reciban a los pacientes. Los niños corren en la entrada de la pista de equitación, esperando su turno para montar un caballo.
Andrew Aguilar, un niño de 12 con años con autismo altamente funcional, monta a Martín; un caballo rojizo de tres años. Sostiene la mano de su padre, que camina junto a ellos mientras el equino avanza. El niño recibe terapias desde hace un año, gracias a que a Mónica, su madre, le comentaron del servicio.
Caballos policías ayudan a niños con autismo
Andrew nació un poco antes que su hermana melliza. Mientras eran pequeños, el desarrollo de ambos era normal, pero cuando el niño tenía un año, su mamá recuerda, que “algo le pasó”. Perdió repentinamente el lenguaje, y las primeras palabras que el pequeño ya comenzaba a balbucear se fueron de pronto. Dejó de comunicarse con su familia. Esa fue la primera señal de alerta.
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El pequeño fue diagnosticado a los dos años con autismo en un grado altamente funcional, una condición dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA). Éstos, se encuentran entre las primeras 5 causas de consulta en el Hospital Psiquiátrico Infantil.
El servicio de equinoterapia está disponible para pacientes de todas las edades, pero quienes más se acercan a solicitarlo son los padres de menores de edad. Cualquier persona puede acceder al servicio, siempre y cuando su médico se lo autorice, para demostrarlo, debe presentar un diagnóstico expedido por el neurólogo, en el que se especifique su padecimiento.
Caballos policías ayudan a niños con autismo
“Antes Andrew se creía un dinosaurio, no quería decir palabras y cuando decía algo fingía la voz. Antes mordía a la gente. Al llegar aquí, los terapeutas le dijeron que para que el caballo lo entendiera, él tenía que hablarles como niño, si no, no le harían caso. Ahora ya les habla”.
Ahora su mamá sabe que Andrew es un niño saludable que percibe el mundo de forma distinta y se relaciona con los demás en su forma particular. Él asiste a una secundaria privada con un modelo educativo mixto, en el que aprende a su ritmo y también recibe clases de educación especial.
En México, no hay cifras precisas del autismo, pero se estima que cada año habrá 6 mil nuevos casos y según cifras de la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 160 niños en el mundo nace con algún padecimiento dentro de los TEA.
La doctora en neuropsicología Marisol Parrao, investigadora de la Universidad Anáhuac y doctora certificada como terapeuta de integración sensorial explica que hay una mejora en el desarrollo psicomotor de los niños que practican la equitación terapéutica, tengan o no discapacidad.
“Cuando el niño se monta en el caballo recibe la información de aceleración y desaceleración de lo que le rodea, además el caballo es una base inestable y le da información para que el niño responda de manera específica”, comenta la doctora Parrao.
Caballos policías ayudan a niños con autismo
Hasta hace un par de años, los caballos retirados de la Policía Montada de la Secretaría de Seguridad Pública llegaban al centro de equinoterapia para pasar sus últimos años de vida dando terapias a los niños, después de un largo tiempo de servir en las calles de la Ciudad de México.
Ahora, para brindar una mayor atención a los pacientes, los equinos que atienden en este lugar son seleccionados por su buen comportamiento, cada uno debe pasar por varias pruebas de carácter antes de incorporarse al equipo. Todos son caballos de Raza Azteca, una raza exclusiva del Valle de México.
Antes de que los pacientes lleguen, a los caballos se les da cuerda, es decir, los terapeutas los ejercitan. No todos los caballos dan terapia diariamente, pues cada equino descansa un día después de haber estado en contacto con los pacientes.
Caballos policías ayudan a niños con autismo
En una esquina, un caballo blanco da vueltas trotando, cinco niños mayores están listos para montar el caballo mientras está en movimiento, todos ellos tienen déficit de atención, uno de ellos ha venido por los últimos nueve meses. Todo está supervisado por los instructores, quienes además les enseñan técnicas de caída para tener el menor riesgo físico posible, y para evitar accidentes. Este ejercicio se conoce como volting.
Existen tres tipos de terapias diferentes en las que los caballos son auxiliares: la hipoterapia, son ejercicios sencillos que van desde solo tocar el caballo, la monta terapéutica y la equitación como deporte adaptado, explica el comandante Humberto Amaya, jefe de la unidad de atención.
“Cuando los chicos sienten que se van a caer, ellos deben gritar “contingencia”, así todos se acercan para atenderlo, en caso de haber sufrido un accidente”, comenta uno de los terapeutas.
Caballos policías ayudan a niños con autismo
El comandante Humberto Amaya, un hombre alto, serio y uniformado, es el jefe de la unidad de atención. Tiene cinco años en su cargo, afirma con seriedad que “lleva poco tiempo al frente de él”, pues hay compañeros que tienen hasta 10 años de experiencia: “Esta iniciativa nació en 1998, cuando a un jefe se le ocurrió que había que aprovechar los recursos que aquí tenemos”.
Amaya se acerca de vez en vez a uno de los policías terapeutas para darle indicaciones. Admite con una discreta sonrisa, lo satisfactorio que ha sido para él brindar este servicio y conocer de cerca cada una de las historias que llegan.
El comandante Amaya tiene más de 25 años desempeñándose como policía operativo, pero sólo una quinta parte dando terapia con caballos en la Secretaría de Seguridad Pública, una actividad que confiesa, le cambió la vida.
A lo largo de este tiempo ha sido testigo de la evolución de niños con todo tipos de discapacidad motora, pues el centro ofrece terapia para personas con 49 enfermedades diferentes, entre ellas el Síndrome de Down, autismo, Síndrome de Wess, trastorno de déficit de atención, parálisis cerebral, anorexia nerviosa, ansiedad y depresión.
“Yo he cambiado mucho, si me hubieras conocido antes te habría parecido otro tipo de persona, te sensibiliza bastante conocer tantos casos”, comenta Amaya.
Caballos policías ayudan a niños con autismo
Un caso que recuerda fue hace un par de meses, llegó un paciente con autismo de aproximadamente 30 años. “Al principio le pedimos que subiera pero tenía mucho miedo, entre cinco policías lo ayudamos a montar, él nos dijo de todo. Para la tercera sesión llegó muy contento y fue el primero que quiso subir”
Todos los policías que brindan terapia en los centros de atención de la ciudad, son policías en activo que recibieron capacitación y fueron certificados por AMET, la Asociación Mexicana de Equitación Terapéutica, que tiene sede en Querétaro. Ninguno de ellos puede atender a ningún paciente si no han sido previamente certificados como terapeutas.
En cuanto a las mejoras, el comandante dice notarlas parcialmente, pues es en casa donde los familiares sienten más los cambios positivos en los niños. “El que se da cuenta es el padre, nosotros pasamos 20 minutos a la semana con ellos, hay padres que dicen que su niño no caminaba y empezó a caminar, o te dicen: mi hijo no tenía movimiento en brazos y comenzó a moverlos”.
El mayor regalo que obtienen es el cariño por parte de los niños, todos los días no se van sin antes despedirse de ellos. A lo lejos, se puede ver cómo un niño le obsequia una paleta a un policía.
Caballos policías ayudan a niños con autismo