La mayoría de las personas tendemos a cuidar aquello que queremos, ya sea un objeto al cual le damos mucho valor, por lo que representa sentimental o emocionalmente para nosotros, o también por el costo monetario que tuvo y lo que implicó adquirirlo. Cuidamos seres vivos como plantas o mascotas, pero sobre todo buscamos siempre cuidar a las personas que queremos, y mucho más a las que amamos. Tenemos un sentido de propiedad, como si algo de lo que acabo de mencionar nos perteneciera, y “decimos nuestro, porque lo que amamos lo consideramos nuestra propiedad”, dijera el cantautor y poeta Alberto Cortez en alguna de sus canciones. No me juzguen, ya descubrieron que soy de la vieja escuela.
Cuando hablamos de cuidar de las personas que amamos, de ello nos podrían dar una cátedra la mayoría de las personas que son padres y madres, ellos generalmente tienen un sentido de cuidado más desarrollado hacia la protección de los hijos, buscando entornos adecuados para ellos. Cuando cuidamos a nuestra pareja, a nuestros amigos, a nuestra familia, o incluso hay quienes quieren intentar proteger a personas que ni siquiera conocen solo porque en el momento sienten que se debe hacer, tratando de erradicar alguna vulnerabilidad de la otra persona. Todo esto, está bastante bien y habla de la calidad de seres humanos que cada uno podemos llegar a tener.
Aquí es donde viene mi primera pregunta, ¿tú como cuidas de ti? Si realmente te amas, ¿te sientes de ti? Y no hablo de los cuidados personales físicos, que muchos nos enfocamos en ello cuando se habla de “cuidados personales” es bueno ir a hacerse la manicura, pero también es bueno tener tacto al tratar con las personas, y toque al tratarnos a nosotros. Es bueno ir a hacerse un tratamiento de cabello, para hombres y mujeres, pero también sería bastante bueno hacer un cambio de pensamientos.
Por supuesto que es bueno maquillarse, pero viene mejor con un toque de autenticidad, estoy a favor del ejercicio físico por todos los beneficios físicos y fisiológicos que conlleva, sin olvidar ejercitar nuestro músculo emocional, y también el espiritual. De tal suerte que nuestros cuidados personales se traduzcan más en un cuidado holístico de nosotros, nada considero yo, que es más importante que otra cosa, en todo debemos de buscar el equilibrio adecuado para nuestra vida.
No porque yo diga o muchos digan que eso conllevará a una vida plena; sin embargo, todos en algún momento de nuestra vida hemos tenido etapas donde nos hemos sentido bastante equilibrados, de pronto empezamos a descuidar aspectos de nosotros que nos trajeron hasta donde estamos, solo retomemos eso que dejamos de hacer y nos hacía bien. O como siempre comento, la vida se trata de explorar, entonces no agotemos las posibilidades.
Se vienen vacaciones y es un buen momento para hacer introspección y buscar esos cuidados personales que te pudieran hacer falta. Época de convivios y mucha comida, y no se trata tan solo de que cuides lo que comes, sino de que cuides el cómo digieres, las emociones que van surgiendo por la misma época y la convivencia con nuestra familia y amigos.
Muchos nos enfocamos en los regalos físicos, los tangibles, el celular inteligente de última generación, la tableta electrónica, el perfume o la ropa de diseñador… Pero, ¿y si nos enfocamos en los regalos realmente caros? El tiempo de calidad, conversaciones íntimas en familia, una llamada larga para reírnos a la distancia, palabras de amor, abrazos sinceros, eso son los regalos intangibles que no tienen precio.
Todo esto también es una forma de cuidados a nosotros, porque cuando regalamos, realmente nos lo regalamos a nosotros mismos, pon atención en la alegría que causaste cuando hiciste esa llamada, ¿Cómo te sentiste tú? Mira el rostro de la persona cuando la abrazaste con todo tu amor ¿Cómo te sentiste tú? Es cuando no sabes si lo regalaste o te lo autorregalaste, es ahí donde encuentras la magia. Cuidemos de los demás, sin olvidarnos de nosotros mismos, recuerda si no cuidas primero de ti, ¿cómo podrás cuidar de los demás? Ahora piénsalo un poco y tú, ¿cómo te cuidas?
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