Cuando uno es niño, se siente como si el tiempo pasará despacio, lo interesante es, que en esa etapa infantil, añoramos con ser adultos, y ya cuando lo somos, nos empezamos a dar cuenta que: “los caminos de la vida no son como nosotros pensábamos”, y dicen nuestros abuelos, que ya cuando las personas están en la tercera edad, nos vamos a percatar que la vida se está pasando más rápido de lo que quisiéramos.
Lo que verdaderamente es infalible es que el tiempo no se detiene y la vida pasa, avanza y no retrocede, la gran mayoría de las veces nosotros no vamos al mismo ritmo que ella. Mientras caminamos con el tiempo, queremos estar o más adelante o regresar hacia atrás, y nos perdemos del presente. Es como ir caminando e ir volteando mucho hacías atrás, pensando en los caminos que pude haber tomado o tener la mirada muy al frente, solo en nuestro destino final y no percatarnos de los pasos que damos en el momento presente y tampoco ser conscientes de, en donde estamos pisando.
Las preguntas, en apariencia más sencillas, son las más difíciles de responder, por ejemplo: ¿en dónde estoy? Podremos saber el lugar, pero no en donde; ¿será el principio?, ¿será la parte media? O ¿será el final? Y si supiéramos responder: principio, medio o final, ¿de qué?
El no saber donde estamos en este momento, no significa que no tenemos la capacidad y sobre todo la oportunidad de disfrutar. Así que brindémonos la oportunidad de no saber donde pisamos en este momento y disfrutar, estar atentos a lo que pasa aquí y ahora y no dejarnos abrumar por lo que puede llegar a suceder, sin mortificarnos tampoco por lo que no hicimos en el pasado.
¿Cuál es la forma correcta de vivir? Nadie la tiene y quien nos diga que la posee, simplemente está mintiendo o nos quiere solo imponer su visión. Así que nos corresponde buscarla, explorar y tal vez, pero solo tal vez llegar a encontrarla la que se adecue solo a nosotros, porque definitivamente no es uni talla.
Se vale equivocarnos (sin abusar por favor) y se vale no ser perfectos, al final de cuentas, eso es lo que genera el disfrute de nuestra vida. Tal parece que ese es el camino en donde aprendemos a ser mejores personas, es el camino donde nos lleva por diferentes senderos de nuestra existencia. Cuando realizamos un viraje retrospectivo y vemos en lo que nos hemos convertido, y podemos apreciar lo que hemos avanzado es lo que nos recuerda que vale la pena seguir, y podríamos cambiar esa perspectiva de decir <<vale la pena>>, mejor que valga la alegría y que valga la vida.
Parece sencillo decir “aquí y ahora”, pero no lo es, nos cuesta mucho y nadie te dice como llegar a ese punto, pero es que no hay una receta que nos lleve a ese estado, no hay
un camino que seguir para llegar ahí, porque eso es algo que tenemos que descubrir a nuestra manera.
Aprendamos a caminar de la mano con el tiempo, y aprovechemos experiencias y personas en el momento en que la vida nos lo permite. No puede ser antes, no podrá ser después, solo es justo ahora, el ayer murió mientras dormía.
¿En dónde estás? ¿Tú podrías responderte esta pregunta? Porque yo de verdad no sé responder a ello, lo que si se es que disfruto estar aquí y me enorgullezco de no saber, si a caso andamos perdidos, por ahí nos encontraremos, hasta nos saludaremos, tal vez encontremos un camino juntos y nos toque compartir aprendizaje, o tal vez no, pero será interesante encontrarnos.
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