“Cuando sientas los pies tan cansados que tengas que ir arrastrándolos al centro del ring, ¡pelea un asalto más! Cuando tus brazos estén tan cansados que apenas puedas levantar los puños para ponerte en guardia, ¡pelea un asalto más! Cuando tu nariz esté sangrando y tus ojos vean solo negro y estés tan cansado que quisieras que tu oponente te diera en la quijada y te noqueará, ¡pelea un asalto más! Recordando que nadie puede superar, al que siempre pelea un asalto más”. Palabras de James J. Corbett exboxeador.
En algún momento de nuestra vida, nos ha sucedido, por diferentes circunstancias, pero hemos sentido que: ¡ya no podemos más!, ¿sabes qué es lo cómico? O por lo menos para mí, que sí pudimos, sí ya pasó, y ahora estamos aquí, significa que lo hemos logrado, con o sin o, a pesar de, seguimos aquí.
La gran mayoría hemos tenido esa, o esas batallas que de verdad pensábamos que ya no podríamos continuar, y aun así, seguimos luchando; por momentos, ya sin ganas, de vez en cuando, sin motivación, pero seguimos y nos descubrimos que lo logramos. Hemos sido mucho más fuertes que aquello que nos asustaba, más grandes que aquel miedo que nos invadía, hasta dejarnos casi inmóviles. Me gusta pensar y ¿no sé, si a ti también?, que solo descubrimos nuestra verdadera fortaleza en esas épocas difíciles, cuando sentimos que ya no podemos, que ya no hay forma y estamos casi vencidos y por alguna razón, se superó aquello que nos abrumaba. Cuando salimos victoriosos y nos veíamos y sentíamos ya vencidos, de verdad que nos invade una paz, una tranquilidad, entre otros muchos sentimientos de satisfacción, por haber superado, aquello que veíamos como imposible.
Se pudo haber logrado a través de algunas atinadas palabras de las personas cercanas a nosotros, que nos alentaron a continuar, o a través de nuestras propias motivaciones que nos ayudó a seguir avanzando, a seguir resistiendo, pese a todo.
Así, que sí en estos momentos estás pasando por algo que de verdad te deja sin aliento, recuerda las palabras de Corbett, “nadie puede superar, al que pelea un asalto más”, vuelve a insistir, siempre con plena conciencia de lo que se desea lograr. Y nunca lo olvides; también se vale tirar la toalla, no siempre tenemos que “ganar” hay muchas formas de ganar y a veces es perdiendo. También renunciar es una forma de ganar en algunas ocasiones.
Existe una frase que se usa mucho en los grupos de alcohólicos anónimos, que es: “solo por hoy”, para mantenerse “solo por hoy”, sin beber alcohol, y de esa forma llegar al punto de que se convierta en un hábito, y ya después en una forma de vida. Me gusta la frase “solo por hoy”, cuando estoy peleando mis batallas, cuando siento que no puedo más, siempre me digo lo mismo, “solo por hoy”, seguiré luchando, “solo por hoy” aguantaré un poco más. “Solo por hoy” resistiré. Tal vez mañana me dé por vencido, pero resistiré “solo por hoy”.
Hay quienes nos ahogamos en un vaso de agua o como dicen hasta con nuestra propia saliva, y por supuesto qué hay problemas verdaderamente serios y esenciales de la vida, a los cuales nos enfrentaremos, en algún momento. La intención nunca es restarle importancia a lo que otra persona considera significativo o lo que se puede pensar que es, casi de vida o muerte. Solo debemos recordar, que no importa lo que suceda, sí hemos llegado hasta aquí es por algo o me gusta pensar mejor que, para algo, nada es coincidencia, todo es producto de nuestro trabajo, esfuerzo y dedicación para poder sobrellevar todo aquello que en algún momento veíamos como imposible de librar o sin forma de avanzar.
No sé por lo que estés pasando, pero cualquier situación de la vida, por más complicada que se ponga, siempre podremos salir adelante. Podremos caer abatidos, sin fuerzas, en completo llanto y desesperanza, pero no será hoy. ¿Mañana?, no sabemos, pero no será hoy, ¿tú qué piensas?, ¿será hoy?, no, sonríe y di “no será hoy”.