Hay acontecimientos de nuestra vida que hacen eco en nuestros corazones, ya sea por lo bien que la pasamos o por el dolor que nos causaron, en las dos situaciones nos provocan ecos en nuestra alma: los primeros nos hacen sonreír y hasta suspirar cada vez que los recordamos, los segundos nos pueden hacer hasta llorar. Lo cierto es que son esos recuerdos del alma lo que de alguna manera va diseñando nuestro presente y las memorias que estamos generando en este momento es lo que proyecta nuestro futuro.
El cerebro humano tiene la capacidad de poder tener presente todos y cada uno de los sucesos que han ocurrido en nuestra vida. Sin embargo, también está diseñado para ir desechando, de tal suerte que nuestra memoria no sea saturada, es una medida de defensa natural que tenemos los seres humanos. Nuestras memorias ahí se encuentran en nuestro inconsciente. Es verdaderamente sorprendente la memoria emocional o sensorial que poseemos. Podríamos recordar a través de nuestros sentidos sin saber que es un recuerdo, es como oler algo que nos hace felices y volvemos a sonreír y ni siquiera sabemos el motivo, o avivar cualquiera de las emociones de las cuales son inherentes a nosotros, sin siquiera haber una aparente explicación.
Al final existe esa selectividad de recuerdos, que tenemos en nuestro cuerpo, lo que nos ayuda a repetir momentos de mucha euforia o alegría. Hay estudios que demuestran que se vuelven a liberar endorfinas cuando estamos recordando cosas que nos causaron mucha felicidad. Cuando viene a nuestra memoria, cosas que jamás nos imaginamos sucederían: como ganar algún campeonato, obtener algún reconocimiento, una oportunidad de empleo. Hay un sin número de hechos que pudieron haber contribuido enormemente a nuestra felicidad. Estoy seguro de que ahora algunos de esos momentos felices están en tu mente, y el solo recordarlos te genera una gran satisfacción.
La gran mayoría de nosotros, solemos hasta tomar fotografías o videos, para poder tener un testimonio gráfico de lo sucedido y de esa forma intentar que jamás se nos olvide aquel momento, además poder tener una forma de revivir aquello que nos hace volver a sonreír.
También solemos recordar situaciones de gran dolor, para nuestro corazón, esas también son parte de nuestras memorias: sentir que algo no salió como uno lo espera, pasar por la muerte de una persona muy cercana a nosotros. Estas son situaciones que sin duda nos marcan para siempre, y sobre todo si la perdida es de alguno de nuestros padres o hijos, definitivamente esos dolores nos acompañan toda la vida.
Realmente son cosas que no podemos borrar, no se puede olvidar un acontecimiento o a una persona que haya sido de gran impacto en nuestra vida. Se supera, pero no se olvida, superamos relaciones, miedos, perdidas de todo tipo, dolor, heridas, llantos, podemos superar, aprendemos a vivir con ellos, pero realmente jamás olvidar.
Sin esas memorias, definitivamente no seriamos lo que somos. Independientemente de cómo las califiquemos; buenas o malas, somos el resultado de ellas. ¿Constantemente te arrepientes de algunas decisiones que tomaste? Evita hacerlo, recuerda que lo hiciste con base en lo que tenías, y en función de lo que en ese momento se consideró como correcto. No podemos cambiar lo que pasó, pero definitivamente podemos tener una gran ingerencia en lo que viene y teniendo como base a nuestras experiencias pasadas.
¿Qué crees que necesitas olvidar para seguir? No se puede, tendrás que seguir con o sin o, a pesar de. ¿Qué te gustaría recordar para sonreír? Ya lo tienes, tenlo contigo por un momento y ahora disfruta de esa memoria de tu alma.
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