Alcanzar la mayor representación de la mujer en espacios de toma de decisión ha sido un proceso largo y todavía inacabado; aún estamos lejos de que el mandato de paridad sea una realidad. El Poder Judicial de la Federación (PJF) no ha sido la excepción, por ello se ha requerido del impulso de medidas afirmativas que tiendan a compensar ese déficit en la representación femenina, con la convicción de que uno de los valores en que se sustenta un sistema democrático es precisamente la igualdad política, que se traduce en la posibilidad de incorporar nuestra visión en aquellas decisiones que impactan a la sociedad entera.
Con este convencimiento y con el propósito de cumplir con el principio de paridad de género, se diseñó un procedimiento de selección para cubrir la vacante que dejó en el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) el magistrado Jorge Cruz Ramos, cuyo periodo constitucional feneció el 30 de noviembre, a partir de una acción afirmativa para que en el mismo participaran exclusivamente Magistradas de Circuito, teniendo en cuenta que en la actualidad solo una mujer concurría a su integración, la consejera Verónica De Gyvés.
Desde la creación del CJF en 1995, es de destacar que de un total de 44 personas que lo han integrado, solo 10 son mujeres, esto es, apenas por arriba del 20 %, lo que resalta la importancia de este tipo de medidas compensatorias que a últimas fechas se implementan en el PJF para la designación de juezas y magistradas, con el firme convencimiento de promover la participación de las mujeres en cargos de decisión en los órganos que integran el PJF, como lo es el CJF, al que se encomienda la administración, vigilancia y disciplina del propio PJF, con excepción de la SCJN, así como la instrumentación de la carrera judicial.
En respuesta a la convocatoria emitida a tal fin, se inscribieron 19 magistradas de Circuito, de las cuales el tribunal pleno de la SCJN seleccionó una terna integrada por las magistradas Marisol Castañeda Pérez, Rosa María Templador Vidrio y Lilia Mónica López Benítez, quienes cumplían a cabalidad los requisitos constitucionales y el perfil para ocupar el cargo.
El proceso culminó el lunes pasado con la protesta que rindió la magistrada López Benítez como consejera de la Judicatura Federal, luego de que el tribunal pleno de la Corte, por mayoría calificada de quienes lo integran, la designara para ocupar el cargo por un periodo de cinco años.
De probada experiencia y reconocida trayectoria en el PJF, al que ingresó hace más de 30 años como oficial judicial, en una carrera ascendente que en 2000 la llevó a ser designada magistrada de Circuito, cargo en el que fue ratificada en 2006, además de ocupar el cargo de secretaria ejecutiva de Vigilancia, Información y Evaluación del CJF.
Así también, en la academia, la magistrada López Benítez se ha distinguido como docente, entre otras instituciones, en su alma máter y en la Escuela Federal de Formación Judicial del PJF, y como conferencista a nivel nacional e internacional, además de contar con una vasta obra publicada.
Con esta designación se da un paso más camino a la paridad en el CJF, que a partir de este lunes cuenta con dos mujeres en su integración.
Mi reconocimiento a las magistradas Castañeda Pérez y Temblador Vidrio, quienes palmariamente demostraron su idoneidad para el cargo, lo que llevó a cuatro rondas de votación de quienes integramos el Pleno hasta lograr una votación calificada de ocho votos.
Enhorabuena a la hoy consejera Lilia Mónica López Benítez en el ejercicio de su nuevo encargo, su experiencia, trayectoria e integridad profesional, la avalan.
Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
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