¿Por qué sentenciaron a muerte al INAI? ¿Por qué retroceder más de dos décadas en materia de transparencia? ¿Por qué se la viven reservando información? Seguro, no quieren rendir cuentas.

De acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, los países con menor transparencia son aquellos que tienen conflictos armados o gobiernos autoritarios.

La transparencia y la rendición de cuentas son pilares en un sistema democrático que inspire confianza. Dinamarca y Nueva Zelanda son considerados los países menos corruptos del mundo y su nivel de transparencia e integridad es considerada alto.

Los gobiernos deberían ser una caja de cristal: publicar todos sus gastos y contratos, sin importar el monto.

En México, durante décadas, se vivió con gobiernos en total opacidad, hasta que un grupo de organizaciones y ciudadanos exigieron su derecho. Con el cambio de régimen, en el año 2002, fue creado el Instituto Federal de Acceso de la Información Pública (IFAI). En 2014 fue autónomo y se conviritó en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI).

El INAI es garante de acceso a la información pública y obliga la transparencia en la gestión pública. Resuelve controversias entre ciudadanos y el gobierno cuando este no quiere dar información. En suma, defiende el derecho de la sociedad a saber y conocer la actuación de las instituciones públicas.

Gracias a este instituto conocimos detalles de la Estafa Maestra, del desfalco millonario en SEGALMEX y del conflicto de interés que hubo con la Casa Gris de Houston y un contratista de Pemex.

A pesar de su contribución al sistema democrático, el gobierno de Morena vio al INAI como un opositor y lo extinguirá bajo el argumento de que el presupuesto que se le destina puede adjudicarse a otros rubros prioritarios.

Adicionalmente, se le acusa de presuntos actos de corrupción, clientelismo o excesivos gastos; faltas que bien pudieron erradicarse con otra serie de medidas, pero ¡no! Este gobierno prefirió darle el tiro de gracia.

La Presidenta Claudia Sheinbaum asegura que para qué lo quieren si ellos sí son transparentes. No sé si son cínicos y faltos de memoria, pero basta recordar que han ocultado información como los costos excesivos en megaobras del Tren Maya y la refinería Dos Bocas, las cuales, blindaron considerándolas obras de seguridad nacional.

Que quede claro: en seis años demostraron ser opacos, ¿qué nos hace creer que serán distintos?

Ahora resulta, que las tareas del INAI pasarán a una Secretaría de Estado; es decir, serán juez y parte. Serán el sujeto obligado y, al mismo tiempo,  decidirán si entregarán o no información.

Que no nos confundan: Ejercer la función pública con transparencia no es un acto de buena intención, es una obligación. La transparencia es la principal herramienta para combatir la corrupción, si es que en verdad pretende combatirse.

La desaparición del INAI no puede pasar desapercibida; debe considerarse un retroceso en la democracia y la anulación de un derecho fundamental.

Con su desaparición perderemos un freno a la opacidad, al mal uso de recursos públicos y, sobre todo, al autoritarismo.

Al tiempo.

Ciudadana. @XochitlGalvez

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