Mucho se ha discutido por qué no hay competencia en el sector bancario mexicano. En el reciente estudio BARRERAS A LA ENTRADA: LAS PLATAFORMAS FINANCIERAS DIGITALES EN MÉXICO, publicado por México Exponencial, los autores identifican elementos como los límites de las cuentas que se abren de manera digital o la falta de infraestructura física y tecnológica, especialmente en zonas marginadas y para grupos vulnerables, como algunos de los principales obstáculos a la participación de más actores disruptivos e innovadores.

¿Estamos entonces los mexicanos condenados a la falta de competencia en los servicios financieros? Definitivamente NO. El país como muchos otros empieza a experimentar una disrupción del sector financiero a través de la digitalización. Los neobancos, por ejemplo, han emergido como agentes que han demostrado ejercer presión competitiva sobre los bancos tradicionales, generando beneficios para la inclusión a través de la oferta de servicios con costos bajos y mejorando la experiencia del usuario.

La relevancia de los neobancos reside en su capacidad para ofrecer servicios financieros a aquellos que han sido históricamente excluidos del sistema tradicional. Al facilitar la entrada y el desarrollo de estas plataformas, se impulsa una competencia saludable que además de promover la adopción generalizada de pagos digitales, también acerca a la población marginada al sistema financiero de manera más integral.

En términos de competencia, a diferencia de las fintech que sólo ofrecen herramientas como mecanismos de pagos con tarjeta o monederos digitales, los neobancos realmente cuentan con una gama de servicios que cualquier otro banco tradicional ofrece, con más innovación y tecnología. Es decir, en los neobancos está la verdadera competencia para la eliminación de barreras a través de la entrada de nuevos actores digitales que sí pueden sustituir las funciones de otras instituciones financieras.

Las barreras estructurales que limitan la digitalización financiera afectan desproporcionadamente a ciertos grupos, como PyMEs, mujeres y familias que viven en zonas marginadas. La falta de acceso a puntos de depósito/retiro, cuentas transaccionales y la persistente informalidad en México, son desafíos que los neobancos están especialmente equipados para abordar. En este contexto, el camino queda claro y será importante que las autoridades y organismos reguladores del sector agilicen las autorizaciones para que más plataformas digitales puedan ofrecer todos los beneficios que un neobanco representa para la digitalización de las finanzas y por ende, para la inclusión financiera.

La competencia saludable, la adopción de tecnologías financieras innovadoras y la eliminación de barreras estructurales son pasos fundamentales hacia un futuro financiero más accesible y equitativo para todos.

Presidente del Consejo Consultivo de Finanzas Digitales de México Exponencial

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