Esta semana estuve inmerso en diversas discusiones futboleras. Como todos, con los amigos, en el grupo de Whats donde hablamos de nuestros equipos, de la actualidad, etc. También en discusiones de oficina, y uno que otro “en vivo” en medios sociales, y me topé con un patrón recurrente: Lo ligero de las afirmaciones.
Una característica
que noto es que todos queremos ser críticos por “el bien de mi equipo” (o del juego), y nos escudamos en eso para afirmar y, en muchos casos hasta difamar, sólo porque “alguien me lo dijo” o “porque estoy seguro de que debe ser así”.
Entre las definiciones oficiales de lo que significa crítica, la primera es “la capacidad de analizar y juzgar de forma neutral, imparcial y desinteresada para extraer pros y contras sobre algo en cuestión”, cosa que en la crítica deportiva de nuestro país rara vez sucede. Cuando criticamos, nos dejamos ir con todo. No hay neutralidad.
Esto nos lleva a la segunda definición de crítica:
“La búsqueda exclusiva de contras, defectos o errores de forma parcial, sesgada e interesada”. Lo cual resume de forma fidedigna lo que sucede con las opiniones deportivas generalizadas, especialmente en medios sociales. Cuando nos topamos con este tipo de críticas, las tenemos que tomar con mucha cautela. Si una crítica no analiza pros y contras, y sólo se enfoca en los defectos, tenemos que aceptar que es una visión muy sesgada y generalmente responde a un interés.
Vamos al ejemplo más simple:
Las rivalidades deportivas. Un aficionado que no puede ver ni aceptar nada bueno de su rival, tendrá expresiones que rayarán en un absurdo, debido a que a cualquier cosa habrá que encontrarle algo negativo. Recordemos, es algo parcial y el interés probablemente sea “atacar” al rival, reírse, burlarse.
El problema con esto es que cuando tenemos que ir más allá, no se puede. El cerebro siempre busca caminos fáciles, quiere automatizar. Y es más fácil destruir que construir. Por eso, la ligereza de decir “es que con esa contratación se están llevando dinero”. Ojo con esto, a muchos les parece simple decirlo sin pruebas, y es que en este país no hay consecuencias para aseveraciones así. Decir algo de una persona en este sentido, en un medio público, es afirmar que hay un “robo” o alguna clase de delito u omisión. No soy abogado para explicarlo, pero es algo común sugerir manejos turbios. Quiero precisar: No estoy diciendo que es imposible que sucedan o que no existan, hablo del hecho de afirmarlo sin pruebas.
En fin, la crítica es un instrumento que debería aportar para mejorar; por lo tanto, deberíamos tener distintas miradas de una misma situación y no sólo ver lo malo o, mucho peor, darlo por sentado. Pedimos rendimiento a jugadores, atletas, directivos , entrenadores, pero también tenemos que rendir a la altura del juego que queremos; no lo estamos.
@vic