Está definida la final de la Champions League. El Liverpool y el Real Madrid se verán las caras en París. En una final que por los nombres no debería extrañar a nadie, pero que en el trámite de la competencia salta por lo hecho por ambos equipos, y más por lo que ha sido el camino de los Merengues.
Del Liverpool, ya lo sabemos, su fuerza está en el conjunto, en el equipo, las soluciones que ofrecen los jugadores y, sobre todo, su entrenador. Jürgen Klopp es el culpable directo de una final más para el equipo rojo. No hay mucho más qué decir.
En donde sí hay más qué analizar, al menos esta semana, es en el cuadro blanco. Los madridistas están extasiados , no sólo por el pase a la final, sino por el camino: Paris Saint-Germain, Chelsea y Manchester City.
Peter Schmeichel, el legendario portero danés, aseguró que el Real Madrid “no tiene derecho” a estar en la final, porque fue superado en los 90 minutos. Se equivoca rotundamente. Tiene todo el derecho. ¿Cómo no va a tener derecho un equipo que anota tres goles?, ¿cómo no va a tener derecho un equipo que remonta un marcador?, ¿cómo no va a tener derecho un equipo que mete más goles que su rival? El futbol se trata de anotar goles. Y ahí reside lo que llamamos “jugar bonito”. Hemos asociado el buen juego con buscar el gol, ser ofensivo, porque ahí reside la meta de este juego: Se decide por quién anota más.
Sin embargo, jugar bonito no es sinónimo de jugar bien. Jugar bien tiene más que ver con la eficacia que tiene un equipo para desarrollar una idea de juego. Jugar bien tiene que ver más con dominar un estilo, un sistema, que bien pudiera no caer en lo bonito.
Claro, jugar bonito y bien es la combinación ideal, pero la realidad es que pocas veces lo vemos. Se puede jugar bien al contragolpe, puedes jugar bien priorizando la defensa, puedes jugar bien manteniendo la posesión, haciendo pases laterales y construyendo el juego sin vértigo. Como también se puede jugar bien buscando el arco de la forma más rápida posible, con pases verticales, con encares, fintas y dribles . Cuestión de gustos, de ideas y hasta de las características de los jugadores con los que cuentas.
Este Madrid es eficaz
, porque han sido eficaces tanto Courtois como Benzema. Juegan bien porque aceptan lo que son y saben con lo que cuentan. Se saben que son los reyes de la Champions, que tienen una estirpe que respiras cuando llegas al club, cuando te pones esa camiseta y ves el escudo que representa. Y eso tampoco lo tiene cualquiera, pregunten a los eliminados por el Madrid.
Hay expectación. Veremos a dos equipos que por diferentes caminos han llegado a esta final y veremos qué es lo que se impondrá, si la colectividad y la combatividad del Liverpool o el juego eficaz y la prosapia del Madrid.
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