Ya sabía que el precio que pago por la electricidad era mayor que el que pagan grandes consumidores, pero ayer que el presidente dio algunas cifras en la mañanera me di a la tarea de revisar en efecto cuánto más pagamos en los hogares. Saqué mis recibos de luz y empecé a ver los cargos. En el recibo está señalado el costo que tiene cada kilowatt hora que se consume: 5.124 pesos, es la tarifa denominada DAC , Doméstica de Alto Consumo. En los últimos tres bimestres ha habido aumentos consecutivos de 2.47%, 5.80% y 2.34% y el incremento anual ha sido de más de 17%.
Esa cifra es similar a la que se presentó ayer cuando nos dijeron que en “un hogar mexicano” el kilowatt hora cuesta 5.2 pesos mientras que Oxxo y Bimbo y Walmart pagan alrededor de 1.75 pesos por cada kilowatt hora (kwh). La diferencia me llamó la atención.
A partir de esa diferencia surgen muchas preguntas. Primera: ¿Quiero, como usuaria y consumidora de energía eléctrica pagar menos y tener un mejor servicio? ¡Obviamente! Supongo que nadie respondería lo contrario. Segunda pregunta: ¿quiero que Oxxo o Bimbo o Walmart paguen más? Pues no, no quiero que paguen más porque me queda claro que, como cualquier empresa, al enfrentar mayores costos en sus insumos parte de ese costo lo trasladarían a los consumidores, así que cualquiera que consuma ahí pagaría más por los bienes que adquiriera. Cervezas frías, pero más caras. Mismos Gansitos , precios más altos.
Más preguntas: ¿todos los hogares pagan lo mismo? No. Para nada. La segmentación en el mercado mexicano no se hace por niveles de ingreso ni por zona habitacional, se hace por nivel de consumo. Cuando un hogar rebasa el umbral de 500 kwh en promedio durante tres bimestres pasa a la tarifa más alta. De todo el consumo residencial del país sólo 3% corresponde a tarifa de alto consumo. El presidente escogió la tarifa más alta para su mañanera. El 97% restante paga tarifa doméstica de bajo consumo. Las tarifas de este segmento son tres: la tarifa 1 es 0.873 pesos, la 2 es 1.061 y la 3 es 3.098 pesos por kwh. Es decir, no es cierto que todo hogar paga más que el Oxxo.
Para que esas tarifas sean así de bajas requieren ser subsidiadas. Este año se destinarán 70 mil millones de pesos en este concepto. El subsidio contemplado en el proyecto de Presupuesto de Egresos para 2022 es 73 mil millones. El costo para las finanzas públicas es evidente. Para que este subsidio fuera lo menor posible, CFE Suministro Básico (que se encarga de dar servicio a cualquier persona física o moral que no sea un usuario calificado) debe de comprar la energía lo más barata posible.
Así que otra pregunta que surge es ¿por qué la CFE no lo hace? ¿por qué no compra la energía más barata y así disminuye la presión para las finanzas públicas y bajan los precios para todos? Y en un extremo, ¿por qué no se la compra a los mismos que se la venden a las empresas que mencionó el presidente en la mañanera y así tenemos todos energía más barata? Así debería de ser, pero hoy por hoy CFE Suministro Básico está obligada a comprar energía a otra empresa de CFE, a CFE Generación, que no es lo suficientemente eficiente para alcanzar menores precios. Ahí sí la reforma peñista quedó a deber por resistencias propias de la CFE.
Una última pregunta, quizás la más importante. ¿Por qué cambiar la Constitución con afectaciones enormes para el país, en lugar de exigir al Suministrador Básico , que es CFE, que compre la energía más barata posible y no la de CFE Generación que no lo es? La iniciativa propone caminar hacia el error que deberíamos evitar: energía cara, pero producida por CFE.