Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto se criticó ampliamente la mediocridad del crecimiento económico. Citábamos cifras que mostraban cómo México tenía la capacidad de crecer más que el 2% que en ese entonces considerábamos mediocre y que mostraba el crecimiento de las últimas décadas del país.
Entre 1995 y 2018, la economía mexicana creció 2.4% en promedio por año, 83% punta a punta, considerando desde luego la gran contracción económica que se dio en 1995. Ese 2.4% nos parecía mediocre dado que México tenía el potencial de crecer más, quizás hasta un 3.5% en el mejor de los escenarios. Es decir, dada la capacidad instalada que había, y usándola al máximo, México tenía la posibilidad de crecer más. No hacerlo era desperdiciar la oportunidad y dejar capital físico y humano sin utilizar, rezagándonos año con año. Y dado que para un país con el nivel de desarrollo que tiene México, el bienestar está todavía profundamente ligado al crecimiento económico, esas oportunidades perdidas representaban pérdidas en bienestar o en progreso social.
Durante la administración de Peña Nieto el crecimiento promedio anual de la economía mexicana fue cercano a 2.5%. Entre el inicio y el fin de su administración la producción del país creció casi 13%. El sexenio previo —al que le tocó la crisis financiera internacional— tuvo un crecimiento promedio anual de 1.7%, con una caída fuerte en 2008 seguido de un rebote en 2009 que representó una recuperación casi completa de lo perdido el año previo. De inicio a fin, la economía mexicana durante el sexenio de Felipe Calderón creció 8.4%. Con Fox, la producción creció en promedio cada año 2%, habiendo iniciado esa administración con una ligera contracción en 2001. En esos seis años, la economía del país creció de manera acumulada casi 14%.
Cómo han cambiado las cosas. Hoy, de acuerdo con la mayoría de los analistas, la economía mexicana no tiene las condiciones para crecer ni a 2%. Ayer se publicó la encuesta de abril de especialistas de Banco de México y muestra que en los meses que han transcurrido en este 2022 las expectativas de crecimiento económico para este año no han hecho mas que contraerse —de 2.2% a 2% a 1.8% y ahora a 1.72%. Para el próximo año, las expectativas son ligeramente mejores, se espera un crecimiento de 2%.
Nadie conoce el futuro, pero supongamos por un momento que las expectativas mostradas en esta encuesta se materializan y crecemos este año a una tasa de 1.73% y los dos siguientes a tasas de 2% cada uno. De ser ese el caso, la economía mexicana durante el sexenio de López Obrador habría crecido en promedio anual a una tasa de 0.35%. De inicio a fin, la producción del país habría crecido de forma acumulada 2.2%. El crecimiento más bajo por sexenio desde, por lo menos, 1982.
Podremos adjudicárselo todo a la pandemia, pero estaríamos cometiendo un grave error al dejar de lado que durante 2019, sin pandemia, sin guerra, sin distorsiones en las cadenas de suministro la economía mexicana también decreció.
Durante los años que lleva esta administración se ha destruido parte de esa capacidad instalada que mencionaba al principio. Ya no tenemos la capacidad de crecer a 3.5%, probablemente tampoco a 3%. ¿Tendrá siquiera el país la capacidad de crecer a 2% o también será aspiracional?
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