Empieza un año que parece complicado. No sólo la situación económica se ve difícil, con una expectativa de crecimiento debajo de 2%, sino también la política, dos elecciones importantes en el país, finanzas públicas más apretadas y deterioro institucional a la vista.

A inicios de 2022 nadie contemplaba la posibilidad de una invasión de Rusia a Ucrania y mucho menos su duración. Todavía recuerdo a un economista, por ahí de marzo, diciendo en un programa de televisión que habría poco impacto en México simplemente por la distancia que nos separa de esos países. Qué poco claro estaba en ese momento la importancia de Ucrania y Rusia en la producción de trigo y de maíz, de minerales raros y del impacto en el precio de los energéticos.

A pesar de ello, el crecimiento económico de México durante 2022 fue relativamente mejor al esperado al inicio del año. En 2022 se recuperó el nivel de producción que se tenía antes de la pandemia, aunque aún no se ha recuperado el PIB de 2018. En cuatro años simplemente no ha habido crecimiento económico.

Quizás la preocupación más cercana a la población fue la inflación. Todos vimos a lo largo del año la reducción de nuestro poder adquisitivo porque los precios no dejaron de aumentar, en particular, los precios de los alimentos, tanto frescos como procesados. Esa inflación llevó al banco central a subir las tasas de interés en repetidas ocasiones para terminar el año con una tasa de interés de referencia de 10.50%. La tasa seguirá subiendo y la inflación, todo parece indicar, regresará a su rango objetivo hasta el primer trimestre de 2024.

Así empieza 2023 con condiciones monetarias más apretadas que seguirán haciendo el crédito más caro. Esa sola razón “enfriará” las economías, en mayor medida las que tienen más penetración financiera, y ralentizará el crecimiento económico. México no será la excepción. Pero quizás lo que más preocupa este inicio de año es la probabilidad de recesión en Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. Hace un par de meses, Bloomberg asignó una probabilidad de 100% a que esto se concrete, pero lo relevante ahora será su duración y profundidad.

Tiendo a pensar, dadas las cifras de mercado laboral y de consumo que se han visto en EU, que la recesión será ligera, pero justo ese es el problema con los ciclos económicos. No se pueden predecir, ni su llegada ni su magnitud.

La principal fuente de crecimiento económico en México en el último par de años ha sido el sector externo, por lo que si la economía de EUA se detiene la mexicana sentirá el impacto. Además, México se encuentra en dos diferendos muy importantes para la relación comercial. Por un lado, el conflicto surgido a raíz de los cambios impulsados en México en el sector energético, y por otro, el problema detonado por el decreto del presidente López Obrador en el que se prohíbe la importación de maíz amarillo de Estados Unidos.

El estimado más optimista para el crecimiento de 2023 lo tiene la Secretaría de Hacienda en 3%. Sin embargo, el promedio de las expectativas de crecimiento para 2023 es, hasta el momento, 1.13%, una cifra mediocre para lograr una mejora real en las condiciones de vida de la población.

Pero bueno, nadie tiene una bola de cristal, así que mientras tanto, mis mejores deseos para este año que empieza.

@ValeriaMoy

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