Por: Deyanira Morales Sánchez

De acuerdo con la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas Adultas Mayores, es decir, aquellas personas que tienen 60 años o más.

Pero ¿qué significa ser una persona adulta mayor? Es fundamental considerar diversos factores, tales como: la edad, el género, la etnia, el estatus económico y la situación geográfica.

En México, ser persona adulta mayor conlleva enfrentar una serie de prejuicios y estar en condiciones de vulnerabilidad física, social y económica. Muchas personas se encuentran desempleadas sin acceso a pensiones, o bien, están jubiladas, pero carecen de espacios dignos para la socialización.

De acuerdo con el INAPAM, el 12% de la población tiene 60 años o más. Se espera que este número aumente en los próximos años debido a la reducción de la mortalidad, el incremento de la esperanza de vida y la disminución de la tasa de natalidad.

Ante este panorama, es necesario reflexionar sobre cómo acompañamos a las personas adultas mayores. Más allá de los programas sociales que buscan mejorar su situación económica, es crucial crear espacios donde no se estigmatice la vejez. En nuestra sociedad, a menudo se infantiliza a las personas adultas mayores, negándoles espacios de esparcimiento y participación en la toma de decisiones, o incluso, se les abandona y violenta física y emocionalmente.

En el Centro IBERO Meneses, ubicado en Santa Fe, un gran porcentaje de la población atendida son adultos mayores de 60 a 85 años, provenientes de áreas como Observatorio Tacubaya y Cuajimalpa. Se ha observado que solicitan asesoría legal sobre regulación de bienes, herencias y testamentos, debido a intentos de despojo por parte de sus familias, lo que genera violencia física y emocional.

Se ha creado un Laboratorio Artístico para Personas Adultas Mayores en el Centro, con el objetivo de fomentar un espacio de escucha y aprendizaje colectivo. Se ejercita la memoria mediante recuerdos, emociones y expresión oral, utilizando técnicas creativas como cartonería, clorotípia, pintura al pastel, fotografía y escritura creativa. El laboratorio cuenta con la participación de talleristas de diversas disciplinas artísticas y docentes de la IBERO.

Este Laboratorio busca reivindicar los derechos los derechos de las personas adultas mayores a socializar y participar en educación y capacitación en su comunidad, según el decálogo de Derechos del Gobierno de México. Pretende ser un espacio de encuentro, intercambio de saberes y escucha, dignificando la vida de los asistentes.

A través de estas actividades, se fomenta un ambiente donde las personas adultas mayores pueden compartir sus historias de vida y aprender nuevas habilidades, fortaleciendo así su autoestima y su sentido de pertenencia a la comunidad. Además, se promueve la inclusión de estas personas en el ámbito cultural.

El Laboratorio Artístico también representa una oportunidad para romper con los estereotipos y prejuicios asociados a la vejez, al demostrar que el arte y la creatividad no tienen edad. La participación en actividades artísticas permite a las personas adultas mayores explorar su creatividad y expresar sus emociones de manera libre, lo que contribuye a su bienestar emocional y mental.

Considero que iniciativas como el Laboratorio Artístico para Personas Adultas Mayores son fundamentales para construir una sociedad más justa e inclusiva, donde se reconozca y respete la dignidad de todas las personas, independientemente de su edad.

Coordinadora general de Centro IBERO Meneses

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