En los albores del pasado lunes 5 de agosto, caían las bolsas de valores por el efecto de Japón, pintándose un desplome bursátil. Entrada la tarde de ese mismo día, se informaba sobre el fallo que cimbró a los gigantes tecnológicos y a la era del internet. El juez Amit Mehta cumplió con su labor de impartir justicia de manera pronta y expedita, sin importar el poderío del gigante tecnológico Google.
La determinación de monopolio para Google tendrá un impacto en el ámbito publicitario, ya que a raíz de este fallo se verá un efecto en el mundo del internet. Duro golpe recibió el padre del internet y directivo de Google, Vinton Gray Cerf, junto con los fundadores Sergey Brin y Larry Page.
Por ello, es pertinente abundar en la importancia del fallo del juez Mehta. En mi columna titulada “Google: Acusada en EU de monopolio” publicada el 17 de septiembre del 2023 en este espacio dominical, daba cuenta de la demanda que entabló el Departamento de Justicia de Estados Unidos contra Google-Alphabet, por realizar prácticas ilegales con el objetivo de lograr su crecimiento; aquel juicio preveía 10 semanas de audiencias y el análisis para la sentencia.
El Tribunal de Distrito estadounidense para el Distrito de Columbia, señaló: "Después de considerar y sopesar cuidadosamente los testimonios de los testigos y las pruebas, el tribunal llega a la siguiente conclusión: Google es un monopolio y ha actuado como tal para mantener su monopolio".
Dicho veredicto es uno de los fallos más importantes en la era del internet, tan solo el martes pasado ocupó las primeras planas de los principales diarios estadounidenses como The New York Times, The Wall Street Journal y The Washington Post, entre otros, señal de la trascendencia de esta histórica resolución. Juicios antimonopolio de esta magnitud, fueron el de AT&T en 1974 y el de Microsoft en 1998.
Estas resoluciones son indispensables, desde luego por el significado de justicia que imparten, y también para mantener el equilibrio en la operación de estas entidades tecnológicas que en su crecimiento avasallan reglas y pasan por encima de los usuarios a quienes, en un lado de sus discursos, dicen querer satisfacer con sus productos.
Los efectos en EU de este fallo de casi 300 páginas en el que a lo largo del juicio la empresa intentó una persistente defensa, no se hicieron esperar y la acción de Google-Alphabet en la Bolsa de Valores tuvo pérdidas, quedando aún pendiente el monto de la sanción que se impondrá por su actuación monopólica en el mercado, que le permitió favorecerse durante años de prácticas indebidas. A esto se suman las tres multas que la Unión Europea ha impuesto al multicitado gigante tecnológico por prácticas anticompetitivas, siendo las más grandes de las que se tiene registro en la era digital.
No solo eso, también surgió la declaración retadora del pitagórico Elon Musk, quien señaló en su red social “X”: “We tried being nice for 2 years and got nothing but empty words. Now, it is war.” (Intentamos ser amables durante dos años y no obtuvimos más que palabras vacías: Ahora es la Guerra.); lo que suena a advertencia.
Las sentencias referidas en el extranjero y la dictada previamente por los tribunales mexicanos respecto a que el coloso es responsable de daño moral por omisión al no haber retirado un blog ilegal, revelan que este oráculo moderno -me refiero al motor de búsqueda de Google- fue herido directo al corazón, justo en el negocio más importante que tiene dicha empresa.
Ante el avance del poderío tecnológico y considerando las secuelas que generan en la población, así como sus prácticas comerciales ilegales, los tribunales, y muy destacadamente los mexicanos, han buscado y obtenido justicia. Enhorabuena por estos juzgadores valientes que no se han dejado intimidar por el gigante tecnológico.
Así es que dichos fallos dan cuenta de la verdadera naturaleza del oráculo del internet: ser una máquina de hacer dinero.
Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”.
@UlrichRichterM