El pasado 30 de noviembre, Santiago entregó en Palacio Nacional una carta dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador para pedirle “entablar una conversación respetuosa”.
En respuesta, el Mandatario federal aceptó el diálogo e instruyó al Secretario de Gobernación a recibir a Santiago. “Que lo reciba y que se abra la posibilidad de diálogo, que se escuche a todos”, dijo el Presidente, quién en los tres años que lleva su gobierno no se ha reunido con ningún dirigente de los partidos opositores.
El titular de la Segob y Santiago coincidieron en promover el diálogo entre gobierno federal y actores políticos para abordar temas de la agenda nacional, como la reforma eléctrica, la lucha contra la corrupción, la inseguridad y el papel de las Fuerzas Armadas, así como la crisis económica, entre otros.
Se trata de un encuentro que, a juicio de algunos, podría marcar el inicio de una nueva etapa en la relación de la 4T, como gobierno, con la oposición. Se espera una serie de reuniones en las que están considerados partidistas, gobernadores y legisladores de todos colores.
Cabe señalar que para la aprobación de las tres reformas impulsadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador se necesita contar con dos tercios de la Cámara de Diputados y del Senado de la República. Por lo que el partido de Morena requiere llegar a diferentes acuerdos con los grupos de la oposición.
Por otra parte, Santiago celebró que “hablando se entiende la gente” y dijo que: “con el Secretario de Gobernación definimos las bases del diálogo que solicitamos”. “Pedimos diálogo, es una convocatoria de buena fe para encontrar juntos un mejor camino para el país”, indicó.
En entrevista en la Cámara de Diputados, Santiago aclaró que “no es una charla, no es una plática, es un diálogo político con una dirección y un objetivo: primero un acercamiento y luego los acuerdos”.
“Para eso es la política, no es descalificación, no es para estar divididos y vernos como enemigos; eso no es la política, en ninguna parte la democracia funciona así”, añadió.
Como podrás haber advertido me refiero a Santiago Creel Miranda, actual diputado panista y exsecretario de Gobernación, quién regresó a las que fueron sus oficinas en el antiguo Palacio de Cobián, pero ahora como oposición. Siempre el diálogo es bueno para toda democracia.
Así da vueltas la política, es como la rueda de la fortuna, unos suben y otros bajan, no es permanente y los que estuvieron abajo algún día estarán arriba.
Por ello el diálogo en cualquier aspecto de vida política de un país es satisfactorio, como sucede en la actualidad con empresarios, con el CIDE, todo ello es por el bien de MÉXICO.