El pasado domingo aterrizó en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) el avión conocido como Air Force One que traía a tierra azteca al Presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden.

Una vez que el avión se puso en posición remota, bajó de la escalinata uno de los hombres más poderosos del globo terráqueo, y a la espera se encontraban el presidente Andrés Manuel López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard. Previa invitación de cortesía se subieron ambos presidentes al vehículo oficial que utilizan los Mandatarios de los Estados Unidos, la limosina color negro llamada la Bestia (The Beast, en inglés).

La limosina presidencial tiene un costo aproximado de dieciséis millones de dólares, así como un peso entre siete y nueve toneladas y un blindaje de hasta 12 centímetros e incluso resiste a explosivos.

Cuenta con un sistema de suspensión muy original, le proporciona una gran maniobrabilidad. Los neumáticos tienen un recubrimiento de chalecos militares, por lo que puede continuar en movimiento por si llegaran a desinflarse.

Así, inició la agenda internacional de dichos Mandatarios rumbo a Palacio Nacional. Es decir, la Bestia sirvió como despacho o sala para la primera conversación en persona de ambos Presidentes sin su equipo de colaboradores. Por lo que durante una hora estuvieron conversando prácticamente solos, a reserva de la traductora que los acompañaba.

Así la Bestia se convertía en el cofre de acero de este primer encuentro personal entre los vecinos, por ende, ya lleva un secreto más de la historia de los mandatarios estadounidenses y ahora del Presidente mexicano.

Andrés Manuel López Obrador señaló que fue muy agradable todo el recorrido a bordo de la “Bestia”, pues además de tratar temas importantes, el presidente Biden le explicó todas las funciones especiales del vehículo.

La Bestia, así como la caravana de camionetas que integraba el convoy de seguridad, impresionaba a quienes se topaban con el paso del poderoso Joe Biden, principalmente en las calles de Polanco y en todo el tramo de Reforma-Centro Histórico.

Así la cumbre que tuvo lugar esta semana da buenos resultados por sostener el diálogo entre México, Estados Unidos y Canadá. Por ello, el canciller Marcelo Ebrard se llevó una de las estrellas del Air Force One; otra de las estrellas fue que no hubo ningún imprevisto en la seguridad de los mandatarios, llevándose así otra estrella de dicho avión tanto la Guardia Nacional como la Secretaría de Seguridad de la CDMX, a cargo de Omar García Harfuch.

Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”.

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@UlrichRichterM

 

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