Esta dependencia que se maneja muy sigilosamente y digámoslo así, en lo oscurito, se ha convertido en un negocio muy jugoso para los principales funcionarios del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Me refiero a uno de los principales operadores, siendo el Director General Adjunto, Aldo Fragoso Pastrana, quien se aprovecha de la confianza de la Dirección General a cargo de José Sánchez Pérez, conocido de tiempo atrás del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En efecto, sale a relucir la banda de mercenarios en casos muy delicados, uno de ellos se dio a conocer en el portal de noticias EME/EQUIS, donde a raíz del lamentable fallecimiento del empresario Íñigo Arenas, se destapó los malos manejos en el IMPI en contra de las marcas: El Palacio de Hierro, la Mansión, entre otras. En el establecimiento donde apareció sin vida el empresario, al parecer utilizan marcas ya registradas y el IMPI, curiosamente, no ha actuado.
No solo ese caso le salpica a Aldo Fragoso, sino también su favoritismo de proteger al gigante Google, este último no acreditó el uso de distintas marcas de productos y, por ello, el IMPI ha sido omiso en caducar las mismas.
En efecto, la empresa tecnológica Google no puede acreditar por medios legales el uso de marcas en productos como: detergentes para lavar ropa, perfumería, jabones cosméticos, pastas dentales o productos de papelería, pegamentos, máquinas de escribir, pinceles, en general artículos de oficina, sin que acredite su uso también en muebles, jeans, sudadera, camisas; en fin, como verás una serie de productos que no acredita Google el uso y, por ello, es procedente su caducidad. O acaso, tú lector, ¿has visto en alguna tienda departamental o en algún lugar estos productos de marca Google?
Pero el funcionario Aldo Fragoso hace piruetas para sostener lo insostenible, incluso cometiendo una serie de conductas que serán de competencia para la Ley Anticorrupción, no solo mexicana, sino la americana (Foreign Corrupt Practices Act).
Así es que el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial se está convirtiendo en un mercado donde se vende al mejor postor, pero ya han sido marcados por su actuar ilegal.
Por lo tanto, la mano de hierro de la Secretaría de Economía debe de tomar las riendas y despedir a la banda de la marca de corruptos, pues cada día salen de más escándalos respecto a su organismo descentralizado que depende de dicha Secretaría.
Así es que quienes se ostentan como los supervisores de las marcas ya han sido marcados por su corrupción.