El 15 de octubre de 2020, el exsecretario de la Defensa Nacional de México, General de División, Salvador Cienfuegos Zepeda, fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles, California, por diversos cargos imputados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
La noticia cimbró a las Fuerzas Armadas de nuestro país; una vez que fluyó la información, solo un par de declaraciones de testigos protegidos que sus dichos pareciera inverosímiles, ya que le atribuyen grabaciones en un dispositivo BlackBerry que en esa época ya no estaba en operación, entre otras irregularidades.
En efecto, quienes conocemos al general Cienfuegos podemos advertir o coincidir que es una persona sencilla, que no vive con lujos, se caracteriza por ser respetuoso y discreto.
No se hicieron esperar los cuestionamientos de la acusación y de por qué el gobierno americano no había informado a los homólogos mexicanos: primero de la investigación que habían iniciado en contra de uno de los militares de mayor rango en México.
Ante este escenario empezó la operación Cienfuegos, iniciando con una nota diplomática por parte de la Cancillería a cargo de Marcelo Ebrard, mostrando su descontento con el caso. Es decir, no haber notificado previamente de la acusación, ni de la detención.
Siguieron las gestiones a las que se sumaron las del Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, quien acordó con su homólogo William Barr, que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos desestimaría los cargos de la acusación ante la jueza Carol Bagley Amon y sería investigado en México. Por ello la Fiscalía Mexicana continuará con las investigaciones.
Dentro de las razones que auspiciaron este acuerdo se citan consideraciones delicadas de política exterior, lo cual demuestra que la detención del General tensó las relaciones binacionales ante la inconformidad de las Fuerzas Armadas, es decir, de la detención de uno de los militares de más alto rango del ejército mexicano, sin tener pruebas contundentes.
En efecto, al general Cienfuegos le aplicaron en Estados Unidos lo que se conoce en el campo de la justicia como el Derecho Penal del Enemigo y, por el contrario, en México le respetaron sus derechos fundamentados como la presunción de inocencia, entre otros.
Por ello, con la operación Cienfuegos llevada a cabo por el Gobierno de la República se reestableció el prestigio de las Fuerzas Armadas y se enfatizó el respeto a la soberanía nacional.
@UlrichRichterM