Hace unos días se cumplió el cuarto aniversario de la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México. Al inicio de estos cuatro años fue acompañado por diversos compañeros del movimiento de transformación nacional.
Meses antes de su campaña se dedicó a preparar e invitar a personalidades en distintos ámbitos, otros expertos en diversos temas para conformar su equipo, así como también integró a los compañeros de su movimiento.
A cuatro años de su arribo al poder, Andrés Manuel López Obrador ha ponderado siempre la lealtad, y más con los suyos. Como ejemplos tenemos, por citar algunos, colaboradores que lo acompañaron cuando estuvo en la jefatura de Gobierno, expresamente: Claudia Sheinbaum Pardo, Alejandro Encinas Rodríguez, José Agustín Ortiz Pinchetti, el hoy canciller Marcelo Ebrard Casaubón, Octavio Romero Oropeza, Raquel Buenrostro Sánchez, César Yáñez Centeno Cabrera, su secretario particular Alejandro Esquer Verdugo y su inseparable secretaria Laura González Nieto, entre otros.
Hoy algunos que integraban su equipo han salido del mismo, unos para dedicarse a sus asuntos privados y otros se han convertido en opositores a sus políticas.
El olfato político de AMLO ha percibido esto y, por ello, presagiando lo que pudiera venir en el futuro, el pasado lunes en su gira por Campeche citó a su antecesor Enrique Peña Nieto: “todos son unos ingratos, todos me traicionaron, después de atenderlos bien y darles todo lo que pidieron, y me dieron la espalda”.
Después continuó señalando: “ellos no tienen amigos y como no tienen ideales, cuando hablan de lealtad yo siempre pienso que la lealtad verdadera, la auténtica es la que se da a partir de la coincidencia de un proyecto de nación, en la defensa de una causa, esa es la verdadera lealtad porque la lealtad personal y más en política es una falacia, en política la llamada lealtad por lo general es abyección y también, aunque hay excepciones, pero los amigos en política son de mentira”.
Así, AMLO pinceló algo muy verdadero pero muy crudo: “en la política no hay amigos” existen algunas excepciones y habría que agregar que hay más bien enemigos.
Ahora el Presidente evaluará quién es la más leal o el más leal de los precandidatos de Morena, y más claro, quien será el o la mejor defensa de su legado político.
Las expectativas y horizontes están abiertos, por ejemplo, quien será el candidato a la presidencia de la República por el Movimiento Ciudadano, o de la alianza opositora ya que se encuentra aglutinando a algunos disidentes de la 4T.
Más allá de las agitadas aguas políticas, bien harían los políticos tener en mente lo que todos los mexicanos tenemos en común: “la lealtad por México”.
Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales. Autor del libro “Los filósofos en la era tecnológica. Los pitagóricos de hoy”.
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