Si pensabas que la tiranía en este siglo XXI versaba solo en el tema beligerante y la invasión a territorios de otros países, así como la lamentable pérdida de vidas inocentes y la destrucción de ciudades enteras, en esta era también se expande al tema electoral.
En efecto, el día de hoy se lleva a cabo la segunda vuelta electoral en Francia, donde los dos candidatos contendientes más fuertes para la presidencia son el actual presidente Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen.
Las sorpresas salían por doquier, ya que cobraba fuerza la ultraderechista Marine Le Pen, a tal grado que entró a escena una investigación por malversación de fondos para tratar de parar a la aliada de Putin. En efecto, durante los últimos días en la opinión pública se comentó su alianza con el tirano ruso, manifestando que si ganara las elecciones, ella firmaría los acuerdos que fueran necesarios con Rusia. Por lo que la influencia del tirano entra en la recta final del proceso electoral, lo cual alertó no sólo al electorado francés sino a la propia Unión Europea y al mundo entero de que un miembro de ésta se ubique del lado del tirano.
Incluso el tirano tuvo su presencia en el debate efectuado el pasado miércoles, donde Macron acusaba a su contrincante de tener simpatías por Vladimir Putin.
En efecto, en el debate efectuado este miércoles ante millones de telespectadores, Macron acusaba a la candidata de extrema derecha por sus vínculos con Moscú: “Usted depende del poder Ruso y de Putin”.
Así que los espíritus de los clásicos franceses de la teoría política como Rousseau, Voltaire y Montesquieu tendrán que despertar entre el electorado francés si es que quieren evitar la influencia del tirano, pues parafraseando a Hobbes: Putin es el lobo del hombre.
Quizá se necesite buscar a un Rasputín que pueda calmar al tirano ruso, y es que ante la barbarie en Ucrania, se suman los antecedentes de su apoyo a otro autoritario como lo es Bashar Al Assad de Siria; poco hace falta para que el propio Pedro el Grande resucite para detener esta calamidad humanitaria.
Ni Víctor Hugo se hubiera imaginado esta escena política de los últimos días en la vida política de la República Francesa. Así es que por el bien de la libertad y de la cuna de la Revolución Francesa, donde se enarbolaron los derechos del hombre y del ciudadano, la candidata de ultraderecha debería perder con todo y su aliado.
Los ojos del mundo están en Francia. Esta nación que compartió a la humanidad los principios de libertad, igualdad y fraternidad, se convertiría en un gobierno miserable de ganar la candidata Marine Le Pen con su aliado el tirano. Veremos qué destino elige el pueblo francés.
Abogado y activista, maestro en Ciencias Penales