El empresario del momento, antes ajeno, pero ahora consentido en el país, llegó a suelo mexicano mucho antes de la gran noticia de inversión de Tesla en Nuevo León, a través de otras de sus empresas pasando desapercibido. En efecto, nadie lo había visto pero el pitagórico Elon Musk ya estaba en el espacio de los mexicanos a través de otra de sus brillantes innovaciones tecnológicas, su empresa SpaceX. Lo curioso del tema es que esta incursión ha sido a través de una iniciativa llamada “internet para todos”, a cargo de la Comisión Federal de Electricidad-Telecom.
Este proyecto, “internet para todos”, utiliza la tecnología de punta de la empresa SpaceX de Elon Musk y la mexicana Tangerine Electronics, dirigida por Marco Reyes. Así, ambas empresas utilizan una novedosa red satelital para conectar internet gratuito en localidades apartadas de nuestro querido México.
Desarrollado por SpaceX, Starlink ofrece Internet de banda ancha, baja latencia y alta velocidad en más de 45 países de todo el mundo. Con una constelación de satélites posicionados en órbita terrestre baja a una altitud de 550 km, más de 65 veces más cerca que los satélites geoestacionarios convencionales, Starlink logra una latencia significativamente menor y velocidades de transmisión más altas para sus usuarios finales, siendo particularmente adecuado para ubicaciones en las que Internet ha sido poco fiable, caro o no disponible.
Con esta tecnología, Tangerine Electronics y CFE Telecom desean ayudar a reducir la brecha digital del país y lograr mejores oportunidades para las personas en áreas con poco acceso a las Tecnologías de la Información. Sin duda, se están sentando las bases para la igualdad digital en el país con un servicio de internet de primer mundo.
No debemos olvidar que el internet, como lo ha definido Nicholas Carr, es “una máquina diseñada para la recogida, transmisión y manipulación eficientes y automatizadas de información; y sus legiones de programadores pretenden encontrar ‘el método óptimo’ —el algoritmo perfecto— para desempeñar los movimientos mentales de lo que se ha dado en describir como la tarea del conocimiento” (Citado en el libro: Richter Morales, Ulrich, El ciudadano Digital. Fake news y posverdad en la era de internet, México, Océano, 2018).
Lo que comenzó como un medio de transmisión de información electrónica (entre ordenadores del tamaño de una habitación) se ha transformado en un elemento omnipresente y polifacético de energía y expresión humana. Es algo intangible y en estado constante de mutación, que crece sin cesar y que se hace más complejo a medida que pasa el tiempo. El internet es una tremenda fuente de beneficios y a la vez algo potencialmente diabólico, y simplemente estamos empezando a presenciar su impacto en el escenario mundial.
Así que ya empresas mexicanas habían colaborado con el grupo del pitagórico Elon Musk, que le está ganando terreno hasta al propio ingeniero Carlos Slim, tanto en el tema del internet, como en los rankings de los hombres más ricos del planeta, ya que su patrimonio es de 187 mil 100 millones de dólares, según el índice de multimillonarios de Bloomberg.
El pitagórico Elon Musk, como buen matemático, tendrá mucho por hacer e invertir en nuestro país junto con empresas mexicanas, pues tan solo será una cuestión de números, o bien, dejar un legado de su antiguo maestro Pitágoras.